PH, turbiedad, temperatura y condiciones químico bacteriológicas son algunos de los controles

La Agencia de Protección Ambiental (APRA) realizó el revelamiento de natatorios, entre instituciones oficiales y privadas, incluyó un total de 215 establecimientos.

Cada verano, la APRA aumenta sus controles en natatorios debido al incremento de bañistas. El objetivo es que su laboratorio de alta complejidad desarrolle funciones de prevención, relevamiento, monitoreo y fiscalización.

Los parámetros analizados durante octubre, noviembre y diciembre de 2014 fueron químicos y microbiológicos. El 99 % de los resultados en las piltetas tanto oficiales como privadas relevadas, han sido satisfactorios. Se controlaron 59 públicas: 47 escuelas y 12 polideportivos.

De acuerdo a las normas, la APRA tiene bajo su responsabilidad el seguimiento y control de las condiciones de higiene, salubridad y calidad de agua de natatorios.

Parámetros

El PH es el índice que determina el grado de acidez o alcalinidad que tiene el agua de nuestra piscina. El pH óptimo en piscinas se sitúa entre 7,2 y 7,8

La desinfección con cloro consiste en eliminar todos o la mayor parte de los microorganismos presentes en el agua.

Habilitación

Las normas prevén, para habilitar una pileta, dos certificados.

Certificado de aprobación de los equipos de tratamiento del agua, sustancias químicas a utilizar para la corrección del PH, coagulación, desinfección y alguicida extendido por la Secretaría de Salud Pública y Medio Ambiente;

Certificado final de funcionamiento o acta de inspección final extendida por la empresa Aguas de la Nación, en donde conste que la instalación del natatorio se ha realizado conforme a las disposiciones vigentes.

Personal obligatorio

Médicos, guardavidas y encargado de mediciones; son el personal mínimo para el funcionamiento correcto de una pileta.