La emisión cero neto significa significa no sumar más gases a la atmósfera, como fue establecido en el Acuerdo de París sobre cambio climático. La mayoría de los países del mundo se han comprometido a que si bien las emisiones continuarán, se equilibrarán absorbiendo una cantidad equivalente de la atmósfera. En este sentido Taiwan lidera la transición energética en Asia. El país de oriente viene aumentando la capacidad en la provisión de su energía como renovable. La energía eólica taiwanesa cuenta con más de 360 molinos instalados en tierra y más de una veintena en el mar.
A continuación el Ministro de la Administración de Protección Ambiental de la República de China (Taiwán), describe los avances de su país
Taiwán inyecta impulso a la transición global hacia emisiones netas cero
Por Chang Tzi-chin *
El mundo se ha embarcado en la transición hacia cero emisiones netas. Los enfoques innovadores para la cooperación internacional destacados en el Acuerdo de París, que exige una amplia cooperación de todos los países para cumplir con los objetivos de reducción global, están tomando forma gradualmente. Taiwán está dispuesto y es capaz de cooperar con socios internacionales para lograr conjuntamente una transición neta cero, movilizar la acción climática global y garantizar un entorno sostenible para las generaciones futuras.
Como la vigésimo primera economía más grande del mundo, Taiwán tiene una influencia importante en la prosperidad económica y la estabilidad en la región del Indo-Pacífico. En particular, la industria de semiconductores de Taiwán ocupa una posición central en las cadenas de suministro internacionales. La industria reduce activamente el uso de recursos energéticos en sus procesos de producción mediante el desarrollo de nuevas tecnologías y nuevos modelos. A través de innovaciones de semiconductores en constante evolución, ha desarrollado numerosas aplicaciones inteligentes de dispositivos electrónicos y ha promovido la conservación de energía global. Taiwán está llevando a cabo acciones climáticas sustanciales y avanzando vigorosamente en la transición energética. A mayo de 2022, acumulado instalado la capacidad de energía renovable alcanzó los 12,3 GW, un aumento significativo del 60 por ciento desde 2016. Desde 2005 hasta 2020, el PIB de Taiwán creció un 79 por ciento. Durante el mismo período, la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero se redujo en un 45 %, lo que demuestra que el crecimiento económico se ha desvinculado de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El 22 de abril de 2021, Día de la Tierra, la presidenta Tsai Ing-wen anunció el objetivo de Taiwán de emisiones netas cero para 2050. En marzo de 2022, el Yuan Ejecutivo publicó el Camino de Taiwán hacia las emisiones netas cero en 2050. La hoja de ruta describe cuatro estrategias principales de transición en la energía, la industria, los estilos de vida y la sociedad. Descansando sobre los cimientos gemelos de gobernanza de la investigación y el desarrollo tecnológico (I+D) y la legislación climática, las estrategias se complementan con 12 subestrategias clave. Estos son la energía eólica y solar; hidrógeno; energía innovadora; sistemas de potencia y almacenamiento de energía; conservación y eficiencia energética; captura, utilización y almacenamiento de carbono; vehículos libres de carbono y eléctricos; reciclaje de recursos y residuo cero; sumideros de carbono naturales; estilos de vida verdes; finanzas verdes; y transición justa. Mediante la integración de recursos intragubernamentales, Taiwán desarrollará un plan de acción paso a paso para alcanzar sus objetivos.
Al construir los cimientos de la I+D tecnológica necesaria para lograr la transición neta cero, Taiwán se centrará en cinco áreas: energía sostenible, bajas emisiones de carbono, circularidad, negatividad del carbono y ciencias sociales. La Ley de Gestión y Reducción de Gases de Efecto Invernadero se está modificando y pasará a llamarse Ley de Respuesta al Cambio Climático. Las enmiendas harán de las emisiones netas cero para 2050 un objetivo nacional de reducción a largo plazo, mejorarán la eficacia de la gobernanza climática, agregarán un capítulo sobre adaptación al cambio climático, fortalecerán la divulgación de información y la participación pública, e introducirán un mecanismo de fijación de precios del carbono. La ley proporcionará incentivos económicos para la reducción de emisiones, guíabajo en carbono y verde, y contribuir a completar los cimientos de la legislación climática nacional y la gobernanza. La visión a largo plazo de Taiwán para 2050 es hacer de la transición a cero emisiones netas la nueva fuerza impulsora del desarrollo nacional. Mediante la creación de estrategias de transición y bases de gobernanza competitivas, circulares, sostenibles, resistentes y seguras, Taiwán estimulará el crecimiento económico, fomentará la inversión privada, creará empleos verdes, promoverá la independencia energética y mejorará el bienestar social.
Debido a factores políticos, Taiwán está excluido de las organizaciones internacionales y no puede participar de manera sustancial en las discusiones sobre temas climáticos globales. Es difícil para Taiwán mantenerse al tanto de los desarrollos actuales e implementar adecuadamente las tareas relacionadas. Esto creará brechas en la gobernanza climática global. Taiwán tiene fuentes de energía independientes limitadas y un sistema económico orientado al comercio exterior. Si no puede vincularse a la perfección con los mecanismos de cooperación internacional en virtud del Acuerdo de París, esto no solo afectará el proceso de las industrias taiwanesas que se vuelven ecológicas, sino que también socavará la estabilidad de las cadenas de suministro internacionales.
Ante la amenaza de las medidas de ajuste fronterizo de carbono, la competitividad general de Taiwán podría verse seriamente afectada si no puede participar de manera justa en los mecanismos internacionales de reducción de emisiones. Esto también debilitará la eficacia de la cooperación internacional y socavará la economía mundial.
Hacer la transición a cero emisiones netas es una responsabilidad colectiva ineludible de esta generación. Solo será posible lograr el objetivo si la comunidad internacional trabaja en conjunto. En un espíritu de pragmatismo y profesionalismo, Taiwán está dispuesto a hacer contribuciones concretas para abordar el cambio climático global. La pandemia de COVID-19 ha demostrado que cualquiera que sea la situación, Taiwán tiene un enorme potencial para contribuir al mundo de maneras extremadamente útiles. Taiwán debe tener la misma oportunidad de unirse a los mecanismos de cooperación internacional en respuesta al cambio climático. Esperamos que la comunidad internacional apoye la inclusión inmediata, justa y significativa de Taiwán.
* Ministro de la Administración de Protección Ambiental de la República de China (Taiwán)