Luego que el gobierno nacional en el artículo 2 del Decreto estableciera “abstenerse de concurrir a sus lugares de trabajo”, hacerlo desde la casa a través de la computadora e internet se ha convertido en la única opción. Y cuando se trata de hacerlo en grupo, los desafíos son mayores.
Por ello, si bien empresas que ya tenían implantadas este tipo de labores, ahora debe extenderlo a todos los que necesite y el coronavirus será el desafío para saber si muchos trabajos pueden hacerse sin estar presencialmente en las oficinas
Gabriel Pereyra, CEO de Modobeta, socio estratégico para las empresas del mercado latinoamericano que trabaja en procesos de integración generacional y cambio cultural, brinda una serie de recomendaciones para liderar equipos virtuales, que se reproducen a continuación
Estamos en medio de una gran crisis, hace tiempo que venimos escuchando del mundo VUCA, de incertidumbre, de complejidad y entornos dinámicos. Pues bien, estamos atravesando por un gran cisne negro, que como tal, nadie lo esperaba.
Como sabemos, toda crisis tiene su costado de oportunidad y pasados el primer shock, todos estamos buscando alternativas para enfrentar este difícil momento.
Las organizaciones comienzan a sacar de los cajones los planes para implementar home working y trabajo remoto. Lo que antes era un análisis y un plan gradual, hoy se impuso como una realidad.
En estos casos, siempre es bueno recordar que el pasaje del mundo binario al mundo digital requiere de una transición, de un cambio en el mindset. No es solo una cuestión de herramientas tecnológicas, ni de que “todos a partir de mañana a trabajar desde casa y seguimos como sí nada”.
Está claro que ante situación no hay ninguna duda, la salud de los colaboradores primero, todos a trabajar desde casa y mantenernos aislado hasta que pasa la tormenta.
Enorme desafío para los líderes que no están acostumbrados a liderar equipos en forma virtual.
Durante varios años en mi anterior función tuve que trabajar y liderar equipos virtuales, trabajé con gente a la que nunca conocí en forma presencial. Fue un proceso que, a lo largo del tiempo, me permitió aprender, poner a prueba diferentes estrategias y llegar a variasconclusiones sobre qué prácticas me eran más efectivas
Les comparto algunas de las lecciones aprendidas, en este caso de como liderar proyectos de trabajos y reuniones en formato virtual. Tal vez les resulten útiles a la hora de apretar el acelerador.
1. Es bueno recordar que estamos atravesando un momento crítico, por lo cual lo aconsejable es dar un espacio a este tema en la reunión y buscar contener al equipo.
2. No está demás aclarar que no es lo mismo liderar un equipo virtual que uno presencial.
3. Las reuniones virtuales deben ser más breves. En una época donde es tan difícil mantener el foco, el factor virtual facilita sucumbir a la tentación de hacer otra cosa mientras se participa de la reunión.
4. Deben ser muy interactivas, es aconsejable recapitular lo que se habla, cada intervalo no mayor a los diez minutos.
5. Es bueno pedir feedback a los participantes en forma alternada y al finalizar la reunión se puede pedir a un participante que realice un breve resumen de los puntos tratados.
6. Si se debe hacer una presentación, usar la mínima cantidad de slides posibles y recordar: no hacer un monólogo prolongado, de lo contrario todo el mundo terminará haciendo otra cosa.
7. Una sugerencia práctica, todos los participantes tienen que tener sus dispositivos de conexión en mute y dejar micrófono al que en ese momento tiene la palabra. Se evitarán ruidos molestos y la conexión funcionará mucho mejor.
8. Se debe hablar a una velocidad menor a lo habitual, a veces hay delay en la comunicación y hay que dar tiempo a que todos hayan podido escuchar correctamente.
9. Hay que ser muy prudente en lo que se comenta durante la reunión, puede haber participantes escuchando sin que se haya identificado.
10. Como todo trabajo en equipo, debe quedar bien claro el reparto de tareas y responsabilidades, no debe quedar nada por sobreentendido ya que es muy probable que nadie asuma la responsabilidad por los pendientes.
Por último, debemos tener paciencia, asumir que no se puede hacer una transición de un día para el otro y recordar que “lo digital es la herramienta, pero la transformación es nuestra”.