El actor Norman Briski estuvo acompañado por el psiocoanalista Saidon, el periodista Aznarez y el autor de la iniciativa, el diputado Bodart

El actor Norman Briski recibió el diploma de Personalidad Destacada de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el campo de la Cultura porteña de manos del diputado Alejandro Bodart (MST-Nueva Izquierda), autor de la ley que consagró tal distinción, durante una ceremonia que se realizó en el Salón Montevideo de la Legislatura porteña.

“Gracias por este acto de justicia”, dijo el periodista Carlos Aznarez, en el acto que consagró al actor. Recordó la trayectoria de Briski, enraizada con la historia del país desde sus inicios en la década del 1960 con el Teatro del Pueblo “presente en la Villa 31 y Ezepeleta”, la “primavera camporista y los gélidos inviernos que vinieron luego del golpe”, que lo obligaron a exiliarse y transitar por distintas capitales europeas. Azanres afirmó que “Briski no cambió la coherencia por cargos o prebendas” y que en su trayectoria siempre “ha denunciado al capitalismo”

En tanto, el psicoanalista Osvaldo Saidón aseveró que Briski “supo decir no a las tentaciones del poder” y sostuvo que “sus héroes habitan en ninguna parte sin nada”. A su vez lo definió como “un intelectual comprometido del siglo XXI” ya que ésta figura debe tener “calle, escritorio, coraje y claridad”.  “Este ciudadano que se convierte en ilustre, aportó a la ciudadanía un modo de decir la verdad. Lo defino como un ciudadano universal, ya que ha aportado alternativas de pensamiento y acción, que no son de un territorio”, sostuvo.

Bodart se mostró orgulloso de haber promovido este reconocimiento a “una persona que tiene una amplia trayectoria”. “Es un merecido reconocimiento a un actor admirable, transgresor por naturaleza y defensor de causas justas. Norman ha sido y sigue siendo un incansable impulsor del teatro popular, siempre con su mirada reivindicativa y cuestionadora. El entendió la cultura como lo opuesto a la mercancía. Espero que en esta Casa se homenajee a gente como Norman”, alegó el legislador.

Luego de que se le entregara el premio, Norman Briski agradeció a los presentes, “a los compañeros que están acá” y al diputado. Y se dirigió al público resaltando que “si la cultura no es manifestación del malestar de la sociedad, la cultura no sería nada”. Luego leyó un texto sobre los desazones de la humanidad contemporánea y sostuvo que lo importante es que cada uno “siga con sus propias preguntas”; en contraposición a las impuestas por el orden establecido.

Hay que tener en cuenta que el actor, además de sus reflexiones y compromiso con el arte popular, participó en más de 27 películas, casi de medio centenar de tiras televisivas, que le valieron dos premios Martín Fierro (por Bajamar y Tiempo Final) e innumerables representaciones en teatro y también la autoría y dirección como dramaturgo.