La abogada que fuera senadora de Colombia, Piedad Córdoba Ruiz, a causa de su compromiso y activa militancia por la paz y los derechos humanos recibió este miércoles un reconocimiento promovido por el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, diputado José Cruz Campagnoli (FpV).
La política colombiana que se encuentra de visita en Buenos Aires desde el pasado viernes fue destinataria de un diploma y plaqueta durante un acto efectuado esta tarde en el salón Intersecretarías-Presidente Alfonsín de la sede parlamentaria.
Piedad Córdoba expresó palabras de agradecimiento y tras referir al apoyo que en sus gestiones recibiera de Argentina, compartió impresiones sobre la actual situación de su país. Afirmó que “estamos ante un cambio de época” y definió los nuevos desafíos que supondrán avanzar con el proceso de paz. Al finalizar, hizo pública su intención de postularse como candidata a la presidencia de Colombia en las próximas elecciones.
Al acto asistió el ex Canciller y actual diputado del ParlaSur, Jorge Taiana, quien en su intervención destacó el rol de la homenajeada para el reconocimiento de los derechos humanos en Colombia. Además, estuvieron integrantes de la Comisión de la Comisión de Derechos Humanos, garantías y antidiscriminación, los diputados Pablo Ferreyra y Carlos Tomada (FpV) y se leyeron notas de adhesión de los legisladores Gabriel Fuks (CNM) y Claudio Heredia (BP). Las diputadas porteñas MC Gabriela Cerruti, María Elena Naddeo y la diputada nacional Victoria Montenegro ocuparon lugares de preferencia.
Trayectoria
Piedad Córdoba Ruiz, de origen afrodescendiente, es abogada egresada de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, especialista en opinión pública y mercadeo, en Derecho organizacional y de Familias, activista por la Paz y los Derechos Humanos.
En el año 1991 integró la Cámara de Representantes y pasó al Senado en 1994 siendo reelegida hasta 2010. Como congresista impulsó una ley que reglamentó la seguridad social para las madres comunitarias y apoyó el proyecto que en 1993 se convirtió en la Ley de Negritudes. Dos años más tarde impulsó la ley que creó la Dirección Nacional de Equidad para las Mujeres. Defendió proyectos relacionados con víctimas, equidad de género, reivindicación de minorías y soluciones pacíficas a la guerra. Su lucha, abiertamente de izquierda, le valió enemigos y señalamientos, pero también el reconocimiento de otros sectores de la sociedad e incluso de su partido, el Liberal, del que fue codirectora y luego presidenta.
Durante el gobierno del presidente Álvaro Uribe, fue escogida como una de las intermediarias que negociarían el acuerdo humanitario para lograr la liberación de secuestrados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC. Y a partir de esta gestión se logró que meses después, a principios de 2008, las FARC hicieran dos tandas de liberaciones unilaterales.
Desde finales de la década pasada, junto a Iván Cepeda, integró la ONG Colombianos y Colombianas por la Paz, un movimiento encaminado a la búsqueda de una salida negociada a la guerra de más de 50 años. A través de cartas enviadas al secretariado de las FARC en 2009, miles de ciudadanos que suscribieron la iniciativa de la entonces senadora, pidieron a la organización guerrillera que adelantara acciones concretas, dejara de secuestrar y liberara a quienes tenía en su poder. Esa petición dio lugar al anuncio por parte de las FARC de la liberación unilateral de seis secuestrados.
Propuesta públicamente, y de manera formal ante el Comité del premio Nobel de la Paz en Oslo, se declaró no merecedora aunque su nombre figuró entre los favoritos.
En 2012 fue reconocida como una de las 10 intelectuales más influyentes de Iberoamérica. Actualmente lidera el Movimiento afrodescendientes Corporación Poder Ciudadano y es vocera de Marcha Patriótica.
El proceso de paz en Colombia
Cinco años después del acuerdo marco con las FARC, luego de intensas negociaciones, el presidente Juan Manuel Santos anunció el lunes último la firma en Quito de un acuerdo para declarar el cese al fuego y de hostilidades bilateral con el Ejército de Liberación Nacional -ELN. Comenzará a regir el próximo 1 de octubre y tendrá una vigencia inicial de 102 días, es decir, hasta el 12 de enero del próximo año.
Estas negociaciones para el logro de la paz fueron las primeras en la historia del mundo que tuvieron en cuenta y pusieron en el centro de la solución a las propias víctimas, más de ocho millones de personas entre muertos, desaparecidos y desplazados en los últimos sesenta años.
El papa Francisco que siguió muy de cerca el proceso de diálogo llegará a Colombia este miércoles a las 16:30 (18:30 en Argentina). Desarrollará actividades en Bogotá (el 7), Villavicencio (el 8), Medellín (el 9) y Cartagena (el 10). Bajo el lema “Demos el primer paso” su presencia será de importancia para la consolidación de la paz.