El artista recordó que perteneció a una generación que enarboló los ideales libertarios y luego atravesó "la etapa más dolorosa,el terrorismo de estado con tanta sangre derramada, con tantos compañeros muertos y desaparecidos".

El artista plástico Aníbal Cedrón fue declarado personalidad destacada de la Cultura durante una ceremonia en el Salón Alfonsín de la Legislatura porteña, con la participación de exponente argentino de la corriente Nueva Figuración Luís Felipe Noé. El diputado Carlos Tomada, autor de la iniciativa, remarcó que es “un artista comprometido con toda la vida” y ha plasmado lo que el guionista Héctor Oesterheld describía en la historieta El Eternauta: “no existe el héroe solo sino el héroe colectivo”.

Durante el acto estuvo presente el músico Juan Carlos “Tata” Cedrón, también personalidad destacada y primo de Aníbal, por lo cual el diputado Tomada afirmó que esta familia encarna “la histórica defensa de los desposeídos”, por su compromiso como artistas por la realidad política y social del país.
Noé destacó que “es tan justo que a Aníbal se le de esta distinción, porque entiende la cultura en términos múltiples” y es “un gran defensor de la conciencia social como la solidaridad con los suyos”. También recordó la militancia universitaria en la Facultad de Arquitectura que encarnó en Cedrón como “un verdadero líder de la conciencia” y alcanzó la secretaría general de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) entre 1970 y 1972.

Noé leyó párrafos sobre “el gran dibujante y pintor Aníbal Cedrón”, al que “pocos conocen como escritor”. “La magia es el instante y el relato es la vivencia de lo contradictorio” o la descripción como “un pensador visual que se detiene en reflexionar en tiempos vertiginosos”, fueron algunos pasajes de la alocución del pintor en relación a Cedrón.

Como última oradora, la periodista María Seoane, contó que “conocí a Aníbal en una de las tantas resistencias argentinas”, en el año 2002. Lo describió como “un militante de las mejores causas” frente “al drama individual y el drama social”, dispuesto a “combatir la injusticia donde estuviera”.

Lo describió como “un Quijote contra el viento helado que legaliza las injusticias y la desesperanza” y “un payador de la idea de la liberación”, que “jamás se recluiría en la torre de marfil, porque la detesta y se aburriría mucho”

Para finalizar, el locutor oficial leyó las palabras que le acercó el homenajeado, ya que un problema de saludo que lo aqueja le impidió exponerlas de manera personal. Primero agradeció “emocionado la presencia de tantas amigas y amigos, compañeras y compañeros, cuya larga lista no voy a hacer mención porque son odiosas e injustas las omisiones.” Y también “el respaldo recibido por los integrantes del bloque oficialista en particular del diputado Emilio Raposo Varela (PRO) y por el cariño y afecto demostrado por el actual director de la Comisión de Asesores de diputados integrantes de la comisión de cultura de nuestra legislatura porteña, Emir Jarnub.” Aunque solicitó “que con la misma grandeza sepan tolerar mis expresiones opositoras”. Sus agradecimientos se extendieron al diputado Tomada y a su esposa que “que me acompaña y sostiene”.

Recordó su “temprana militancia a los 14 años en el Colegio Nacional de Buenos Aires, época en la que participé entre otro hechos relevantes, de los diálogos entre católicos y marxistas coordinados por el Padre Carlos Mugica” y su paso por “la Facultad de Arquitectura, con un conjunto de compañeros y amigos que hoy me acompañan, dimos luchas muy importantes entre ellas, la refundación de los centros de estudiantes en distintas facultades”.

También recordó que “en aquél momento escribí un cartel en mi casa que enarbolamos en el aula magna “Nunca más un joven muerto en la Argentina” lamentablemente la historia manchó ese cartel con la sangre de muchos compañeros”.

Describió que “mi vida ha sido atravesada por la política y la creación y no podría separar una de la otra ya que son necesidades que como ser humano me atraviesan. Siempre quise pintar. Mis cuadros miran a la cara, estoy cautivo de emoción en ellos como un animal, soy militante de la liberación social, para la libertad mis ojos y mis manos. A pesar de los golpes, porque aún tengo vida, éste es el lugar donde me pongo el pantalón, en donde me quito la camisa en alta voz, y donde tengo suelo, un alma, un mapa de mi Argentina y el mundo”

Para finalizar recordó que durante su participación política y actividad cultural afirmó: “he luchado por la cultura de la vida, el amor, la paz y la solidaridad entre los pueblos, frente a la cultura del odio, de la guerra, la violencia y la destrucción de la vida y del planeta”.