Los autos del Turismo Nacional dominaron la noche en el Obelisco porteño con una exhibición de los autos de la categoría, donde se presentó La Carrera de los 200 Pilotos que se disputará oficialmente desde el viernes 4 de noviembre, con tres tandas de entrenamientos oficiales para Clase 2 y Clase 3 (para pilotos invitados). El domingo será la máxima competencia en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez.
Los autos presentados fueron los de Nazareno Beguiristain, Facundo Bustos, Martín Chialvo, Matías Cohen, Gregorio Conta, Juan Manuel Damiani, Martín Fierros, Antonino García, Diego Noceti, Juan Pablo Rossotti, Julián Santero, Luciano Ventricelli y Marco Veronesi pasaron por la rampa de partida ante una multitud que siguió las alternativas de la presentación que condujeron Tete Coustarot y Juan Manuel Varela (Rifle), en las primeras horas de la noche de ayer. Los pilotos realizaron la largada simbólica bajando con los autos por una rampa, dando una vuelta al histórico monumento argentino, dejando de esta manera oficialmente abierta la carrera que finalizará el domingo cuando el campeón levante el trofeo
“Estamos muy emocionados, viviendo una hermosa previa de una carrera que llegó para quedarse. Gracias a todos quienes nos acompañaron en la presentación de la competencia, y a todos los esperamos el fin de semana en el autódromo. El Turismo Nacional prepara una gran fiesta para todos ustedes y queremos que sean nuestros invitados de honor, por eso es que decidimos que las entradas generales sean sin cargo para que todos puedan disfrutar del evento”, expresó Emanuel Moriatis, Presidente de APAT.
Carlos Retegui, Secretario de Deportes del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, motivó al público a acercarse al autódromo el fin de semana. “Viva el automovilismo, el deporte y el Turismo Nacional, los esperamos a todos el fin de semana en el autódromo y en el 2023 esperamos tener esta carrera en un circuito callejero”, lo cual fue respondido con una gran ovación que cerró una jornada inolvidable con los autos girando en el Obelisco. Y con el público, desbordando de felicidad.