Por Emiliano Delio

Yunta, se presenta los viernes a las 20:30 en El Camarín de las Musas (Mario Bravo 950, Almagro). Los dos personajes, donde uno es el patrón y el otro el peón, se relacionan de manera jerárquica y mantienen una dialéctica, donde la subordinación no solo manda en el trabajo, sino también en la forma de pensar.

En la obra, a través de diversos elementos sencillos como un fardo, se forma el espacio rural. Y también con la recreación actoral, la presencia de pájaros y diversos animales como un caballo, que transportan al público a algún campo de la Argentina. En algún momento del diálogo, la sumisión es total y el peón toma la conducta y forma canina.

La domesticación del empleado rural está lograda, pero existen fisuras. El patrón lo considera ya parte de su propiedad. Y como tal, debe enfrentarse a los otros, que no actúan ni piensan como “dios manda”. La familia terrateniente tiene su legado y las conductas del padre de uno de los protagonistas son heredadas. Uno de los rasgos es la crueldad, que como estrategia de sumisión, la utiliza cotidianamente y en algunos momentos el peón duda de la efectividad.

El público durante una hora será testigo de la tensión que existe entre ambas partes, con las grandes interpretaciones que incluyen diversos modismos del lenguaje aristocrático o rural. Las representaciones de las figuras contrapuestas, se inspiran en el filósofo Hegel donde el esclavo es la negación del amo y el amo se niega a sí mismo, pero al serlo, configura uno de los elementos de su conciencia.

Así, la presente obra, inspirada en Opalalá de Joaquín Daniel, ha tenido diversos protagonistas en distintos escenarios, como los han sido dos empleados de oficina o dos hermanos. En esta versión libre de la directora Adriana Roffi, se toman los aspectos del trabajo rural y la ideología de una clase terrateniente pampeana del siglo XX, que en muchos aspectos tiene candente actualidad, con los diálogos que permite transcribirla. Pero en todas las versiones está presente el deseo de pertenecer, de formar parte de un grupo sin importar los límites, aunque signifique traicionar la propia esencia.

El público está invitado a ver una obra que interpela desde lo cotidiano las relaciones de poder. Y también la ideología de clase, que está presente y el mayor triunfo es que sea la forma de pensar de muchos de los dominados.

Ficha

Actúan: Matías Broglia y Pedro Risi

Escenografía: Gustavo Acevedo

Iluminación: Juan Chiarella

Diseño: Edgardo Carosia

Fotos: Gerardo Serre/ Cristian Holzmann

Redes: Victoria Sarchi

Prensa: Natalia Bocca

Producción Ejecutiva y Asistencia General: Ana Arensburg

Versión y Dirección: Adriana Roffi