La Asociación Amigos de la Avenida de Mayo y el arzobispado de Buenos Aires invitan a participar del viacrucis de la Ciudad que se realizará el viernes 18 de abril.

 

En su duodécima edición, la tradicional recreación de la vía dolorosa de Jesucristo se iniciará a las 20 desde la Plaza Lorea (Avenida de Mayo y Luis Sáenz Peña), donde el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Eduardo García, impartirá una bendición, para luego recorrer la conocida arteria porteña hasta llegar a Plaza de Mayo.

 

Se pide llevar velas para encenderlas durante la recreación de las estaciones y explicó que terminado el viacrucis, desde el altar de Bolívar y Avenida de Mayo, la imagen del Cristo yacente, será acompañada por los representantes de colectividades extranjeras hasta la escalinata de la catedral metropolitana.

 

Manuel Pérez Amigo, presidente de la Asociación de Amigos de la Avenida de Mayo explicó que “será recibida por la máxima jerarquía de la Iglesia Católica, sabiendo que Francisco estará rogando, llevando juntamente con el pueblo del mundo la pesada cruz penitencial, que representa el sacrificio de Jesús, y su encuentro con la humanidad”.

 

Colaboran con esta iniciativa la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA), el Banco Ciudad, el Instituto Asegurador Mercantil, Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) y la Asociación de Patrocinadores del Turismo, la Hotelería y la Gastronomía de la República Argentina (APTHGRA).

 

Cómo será el viacrucis

 

La manifestación de fe será presidida por el Cristo del Buen Amor y la imagen de la Virgen Dolorosa, realizada en 1870. Como es tradicional, el pueblo llevará en andas una cruz penitencial de 15 metros de largo, y un peso de 130 kilogramos, como una expresión de solidaridad a Jesús y muestra de sacrificio.

 

Al igual que el año anterior y teniendo en cuenta la concurrencia de jóvenes, se sumará otra cruz de iguales características con 140 luces, que será transportada por ellos, simbolizando su papel en la construcción del futuro, ya que según el Papa, los jóvenes “son la ventana a través de la cual entra la luz en el tejido social, imponiendo grandes desafíos”. Durante todo el camino de Cristo hacia el entierro, se contará con el acompañamiento de un coro y músicos.

 

Una vez arribados a Plaza de Mayo, los fieles presentes serán testigos de la representación de la crucifixión de Jesús, teatralizada por un grupo de actores en el marco de una escenografía desarrollada especialmente para el encuentro. Al igual que años anteriores, acompañarán todas las colectividades extranjeras que viven en el país, simbolizando la universalidad del sacrificio de Jesús.

 

Por último, se desarrollará la ceremonia del entierro de Jesús y será recibido en la escalinata de la Catedral para quedar expuesto para veneración de los fieles en el altar mayor.

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