La histórica formación ,radiante, con brillantes colores y asientos reparados y barnizados.

El histórico trencito de 1929 volvió a funcionar al Parque Avellaneda, luego de estar 9 años parados. A la pequeña locomotora Jung de 1933 se le hace mantenimiento continuo y esta semana comenzó a realizar las vueltas de 1600 metros alrededor del parque en 15 minutos a 6 kilómetros por hora. El ministerio de Ambiente y Espacio Público invirtió 520 mil pesos para la puesta a punto.

El recordado Expreso Alegría funciona los días sábados, de 11 a 13 y de 14 a 17, en los que hace varios viajes para 50 personas, aunque si llueve, los paseos se suspenden.
Durante el recorrido, los pasajeros pueden ver los sitios más emblemáticos del parque, como el jardín de la Meditación, el vivero, la calesita o la casona de la familia Olivera, donde se instaló un buzón para que la gente pueda dejar una foto para ilustrar los interiores de la casona

La obra de recuperación comenzó en 2014 y lo más trabajoso fue diseñar y construir con materiales nuevos las ruedas, los ejes, los resortes, los porta cojinetes, los rulemanes, los bujes y los marcos de hierro.

Se encararon cambios en el funcionamiento para independizar el par de ruedas de cada eje, ya que giraban al mismo tiempo y hacía que en las curvas se generara una fuerza extra que las deterioraba y producía descarrilamientos. Al estar cada rueda libre, se logró mitigar este efecto y obtener un mejor rodamiento del tren.

También se reparó la estación Clemente Onelli (nombre en director del Zoológico Municipal en 1909) con el pintado de la boletería, barnizado de bancos, sistema de luminaria mejorado, incorporación de señalética ferroviaria, rejas de seguridad en el Jardín de la Meditación y limpieza de vías.