Este 3 de julio se conmemoró el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, fecha que tiene por objetivo reducir y fomentar su consumo responsable. En este marco, la Administración de Parques Nacionales (APN) celebra el proceso de reducción progresiva y prohibición de los plásticos de un solo uso en las áreas protegidas de su jurisdicción iniciado con la aprobación de un reglamento específico en 2020.

La iniciativa se alinea con distintos esfuerzos internacionales que tienden a la eliminación de la presencia en los ecosistemas de estos componentes, promoviendo su disminución gradual hasta su prohibición.

La medida alcanza la entrega al consumidor final, la distribución y comercialización y el ofrecimiento a la vista de los productos plásticos de un solo uso en todas las áreas protegidas, abarcando elementos como botellas de bebidas, vajilla y utensilios plásticos descartables; varillas de soporte de globos y los soportes utilizados para el consumo de helados; hisopos y cotonetes realizados con plástico no compostable; bolsas plásticas no reutilizables o compostables; envoltorios y productos cosméticos y de higiene oral con micro perlas o micro esferas de plástico.

Los plásticos de un solo uso son productos desarrollados a partir de materiales destinados a ser desechados tras su primer uso, por lo que no son reutilizables y su reciclabilidad es baja debido a cuestiones técnicas y económicas.

El reglamento rige para prestadores, permisionarios y concesionarios de las áreas protegidas nacionales. Todas las habilitaciones para el desarrollo de servicios turísticos en jurisdicción de la APN deben incluir este aspecto, salvo excepciones puntuales debidamente justificadas, puestas a consideración del organismo. La medida contempla por fuera de esta restricción a aquellos productos que por cuestiones específicas no pudieran ser reemplazados por materiales alternativos.
Crédito: Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)

Según la ONU, la contaminación por plástico pasó de dos millones de toneladas en 1950 a 348 millones en 2017 y se espera que se duplique su cantidad desde el presente al 2040. Además, indica que los impactos de la producción y la contaminación debida a los plásticos resultan catastróficos en el contexto de la triple crisis planetaria marcada por el cambio climático, la pérdida de la naturaleza y la contaminación.

En este sentido, desde la APN y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible se toma en consideración este aspecto en lo relativo a la protección y regulación de las áreas protegidas de su jurisdicción, abordando acciones y medidas concretas, como el mencionado reglamento, que apuntan a la regulación de elementos plásticos.