En el día Mundial del Inodoro, establecido por las Naciones Unidas desde 2013, AySA celebra la incorporación de 480.000 vecinas y vecinos a la red de cloacas.  La importancia de acceder a servicios de saneamiento gestionados de forma segura, pero para llegar a ese punto se necesita mucho trabajo, planificación y estructura. Por eso AYSA, en el área metropolitana de Buenos Aires, realiza un importante plan de obras para la red del servicio de saneamiento.

“Creemos que con la inversión en la construcción de redes de cloaca, y de agua, estamos invirtiendo en la salud de la población y en el cuidado del medioambiente. Son obras necesarias que hacen al bienestar de la población y por eso, desde AySA, seguiremos avanzando con nuestro plan de obras para que haya un inodoro y redes de cloaca seguras en cada uno de los hogares de nuestra área de concesión”, destacó la presidenta de AySA, Malena Galmarini.

Para muchas personas, puede ser normal contar con un inodoro en casa. Sin embargo, más de la mitad de la población mundial, unos 4200 millones de personas, no disponen de este artefacto en sus viviendas o tienen sistemas de saneamiento deficientes. El mensaje de las Naciones Unidas es que el saneamiento gestionado de manera segura protege las aguas subterráneas de la contaminación por excrementos humanos. Se trata de un mensaje en apariencia lógico pero, actualmente, el mundo está muy lejos de cumplir la promesa del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6.2: garantizar retretes seguros para todos de aquí a 2030.

Actualmente, AySA tienen en marcha un plan de 1.545 obras, de las cuales 645 son para expandir y mejorar el servicio de saneamiento a más de un millón de habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y los 26 distritos del conurbano bonaerense que forman parte de su área de concesión área de concesión.

Por otro lado, así como es de suma importancia de contar con acceso a inodoros y redes de saneamiento también es necesario comprender que no hay que usar este artefacto como un lugar para deshacerse de desechos.

Se estima que a todas las plantas de depuradoras de AySA llegan por mes más de 70 toneladas (70 mil kg) de sólidos gruesos que no deberían ser tirados a la cloaca. Entre ellos, han llegado a las rejas de las plantas colchones, maderas, palos, chapas, y otro tipo de elementos que, no solo se tiran por el inodoro y rejillas, sino que son arrojados directamente a la cloaca levantando las tapas de las bocas de registro. Todos estos elementos, no sólo podrían producir daños operativos en las plantas, sino que también pueden generar desbordes cloacales en vía pública afectando a las vecinas y vecinos.

Destacando la importancia del acceso al inodoro y las cloacas, AySA continúa trabajando día a día para garantizar la accesibilidad y un servicio de calidad tan esencial para el cuidado de la salud y el medioambiente.

Los mensajes clave de las Naciones Unidas

1. Un saneamiento seguro protege las aguas subterráneas: los retretes que están correctamente ubicados y conectados a sistemas de saneamiento gestionados de forma segura, recogen, tratan y eliminan los excrementos humanos y ayudan a evitar que estos se propaguen por las aguas subterráneas.

2. El saneamiento debe resistir el cambio climático: los retretes y los sistemas de saneamiento deben construirse o adaptarse para hacer frente a fenómenos meteorológicos extremos, de modo que siempre presten servicio y las aguas subterráneas queden protegidas

3. Urge adoptar medidas en materia de saneamiento: estamos muy lejos de garantizar retretes seguros para todos en 2030. Ahora que solo faltan ocho años hasta esa fecha, el mundo necesita trabajar cuatro veces más rápido para cumplir nuestra promesa.