Son 550 los empleados que protegen la infraestructura y la seguridad, en más de 168 parques y plazas.

La Ciudad sigue adelante con su plan de mantenimiento y cuidado de los espacios verdes e incorporó durante 2018 un total de 261 nuevos agentes. Atentos a que se respeten las normas de convivencia y en comunicación permanente con el Sistema de Seguridad, los guardaparques trabajan para que los espacios verdes sean ámbitos amigables, seguros, y accesibles a los vecinos.

Los guardaparques fueron capacitados para generar conciencia sobre la importante tarea colectiva de cuidar las plazas y parques porteños. “La tarea que realizan los guardaparques es fundamental, no sólo cuidan los espacios verdes sino también a nuestros vecinos; ellos verifican el uso responsable de todos los espacios como así también el normal funcionamiento de los juegos y toda la infraestructura puesta para el disfrute de todos”, afirmó Facundo Carrillo, secretario de Atención y Gestión Ciudadana.

Para el año que comienza, se prevé que el equipo de guardaparques se amplíe y 62 espacios verdes más cuenten con cuidadores que protejan sus instalaciones y garanticen la seguridad de sus visitantes. “Estamos aumentando cada año la cantidad de guardaparques que tenemos en los espacios verdes. Queremos que más personas se acerquen a disfrutar y se sientan seguros en el espacio público porteño”, afirmó Eduardo Macchiavelli.

La seguridad de los vecinos de la Ciudad no es solamente una cuestión policial. Participar de los espacios públicos y disfrutar de lugares comunes como parques y plazas, precisa de una estrategia que garantice un ambiente seguro, limpio y ordenado. En esa búsqueda, el gobierno porteño desarrolló el Sistema Integral de Seguridad Pública (SISP) que reúne a todas las fuerzas del Estado y fortalece su presencia en las calles.

El cuerpo de policías, bomberos, agentes de tránsito, personal de prevención y emergencias, y guardaparques trabaja desde mediados de 2017 de forma coordinada y comunicada entre sí, bajo la órbita del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad. El plan se propuso profesionalizar su labor, impulsar la transparencia en sus actuaciones, promover el uso de la tecnología en la tarea de garantizar la seguridad ciudadana, y favorecer la cercanía con los vecinos.

Máxima y Virginia son las guardaparques del Parque de Flora Nativa Benito Quinquela Martín en el barrio de La Boca. “Nosotras somos las encargadas de proteger este espacio verde y de explicarle a los vecinos que todos debemos cuidarlo”, afirma Máxima. “Tenemos que estar atentas a lo que sucede, sobre todo un día como hoy que está muy concurrido”, agrega Virginia.

Orientar a los vecinos sobre las normas básicas de convivencia en los espacios verdes es también función de los guardaparques. “Ellos son el nexo directo en espacio público, el canal de conexión con las autoridades comunales”, añadió Carrillo. En caso de que se incumpla alguna norma, los guardaparques pueden ordenar el cese de la actividad en falta y tienen la obligación de comunicarlo a su superior de turno.

Para ello, cuentan con nuevos equipos de telefonía móvil, que les permite estar conectados en tiempo real a través de los sistemas de geolocalización (GPS) y geogestión (AGPS). Con esta herramienta envían alarmas que registran de manera inmediata su ubicación y reclamo, y permite que el personal autorizado les brinde una respuesta, o eleve el pedido al 911 en los casos que sea necesario. Bajo este esquema se articula la labor de los guardaparques con la del resto de las fuerzas de seguridad.

Esta iniciativa se ensayó en tres plazas de la Comuna 12 con un equipo de 18 guardaparques. Cuando se lanzó la propuesta, en 2017, ya contaba con 260 guardaparques que se distribuyeron en 120 espacios verdes de las 15 comunas porteñas. En 2018, el equipo de guardaparques volvió a crecer. La Ciudad incorporó 261 nuevos agentes que protegen y convierten a 168 parques y plazas en ámbitos más amigables, accesibles y seguros para los vecinos.

Día del Guardaparque
El Gobierno de la Ciudad creó un equipo de cuidadores de plaza para preservar los espacios verdes, a sus visitantes, a su arbolado y a los monumentos que se emplazan en ellos. La labor de los guardaparques consiste en garantizar una mejor conservación y mantenimiento, y asegurar un mejor uso a los vecinos que concurren a disfrutar de sus plazas. A la vez, se procura un contacto más directo con las necesidades de los vecinos, a través de la inmediatez del vínculo que pueda desarrollarse entre los cuidadores de la plaza y quienes las visitan con frecuencia.

El 27 de febrero se festeja en la Ciudad el Día del Guardaparque, una profesión que requiere de una gran vocación de servicio y respeto por la naturaleza.