La autora de “Vecinos famosos” y “Anécdotas de un administrador de consorcios” preparó un GPS para no perder de vista las particularidades de la vida consorcial. Si te mudaste hace poco a un edificio, tenés que conocer las reglas básicas de vivir en comunidad. Tomá nota:
En el marco del Día del Vecino, la escritora Mariel Kernes dijo que
“esos ilustres desconocidos con los que se comparten áreas comunes pueden convertirse con el tiempo en enemigos íntimos o amigos por elección. Lo cierto es que, en cualquier caso, no podremos alejarnos de ellos por obvias razones y eso implica que es mejor construir una relación de respeto y tolerancia”.
“Quien se muda a un edificio debe comprender que la interacción con los vecinos es inevitable y que el ascensor es el primer punto de encuentro obligado. En la propiedad horizontal, la vecindad es algo intrínseco”, explicó.
Según Kernes, “el recién llegado al consorcio debe presentarte ante los vecinos. De esa manera se comienza a construir una relación empática”.
“Luego, es menester dejar limpio cualquier espacio común, no hacer ruidos molestos, no invadir, no tirar objetos en los patios de la planta baja, no dañar el patrimonio común”, añadió.
Por otro lado, dijo que “es importante conocer al administrador y canalizar a través de él los temas relacionados con el consorcio y descartar los radiopasillos para que no se generen rispideces debido a tergiversaciones o malentendidos”.
Por último, dijo que “participar de las reuniones de consorcio es la única forma de poder tener voz y voto. Quejarse de las decisiones ya tomadas, sólo contribuirá a generar fricciones en lugar de gestar cambios positivos”.