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Se presentaron las obras de recuperación del Pasaje Santos Discépolo entre Lavalle y Av. Corrientes.
La ciudad de Buenos Aires tiene una calle peatonal, breve, de apenas una cuadra, cuyo valor arquitectónico, cultural e histórico nunca fue puesto en duda.
Se trata del pasaje Enrique Santos Discépolo (ex calle Rauch), que corre entre Lavalle y Corrientes, un lugar único, pequeño, zigzagueante.
La Legislatura concretó el sueño de muchos porteños de que el pasaje se convirtiera finalmente en una calle peatonal. También se aprobó que “se arbitren las medidas necesarias a los efectos de convertir el tramo en un espacio de atracción histórico, cultural y turístico”, reza el escrito.
¿Qué tiene de especial el pasaje Discépolo? Numerosos puntos en su corto trayecto.
Por ejemplo, alberga el edificio del ex Banco Mercantil Argentino, el de propiedad horizontal proyectado por el arquitecto Andrés Kalnay y la Escuela Normal Superior N° 9, edificio que data de 1884.
También allí funcionó el teatro Del Picadero, donde tenía lugar lo que se conoció como Teatro Abierto, un ciclo que generó algunas rispideces en una época políticamente controvertida, la del último gobierno militar. El 6 de agosto de 1981, un incendio destruyó esa casa teatral.
Otro de los elementos que caracterizan este pasaje tal vez como a ningún otro es la forma de su recorrido. Ingresar en él impide ver el final del trayecto. Las curvas con las que cuenta muchas veces lo tornan peligroso.
Hace poco tiempo, un grupo de docentes y alumnos de la escuela N° 9 se manifestó -en ese pasaje- en reclamo de mayor seguridad, pues los automovilistas -aun con la dificultosa visibilidad que provoca el zigzagueo de la calle- conducen por allí a una velocidad que suele poner en riesgo la vida de los peatones.
Por el pasaje Discépolo pasaba el antiguo Ferro Carril Oeste y una placa da cuenta de La Porteña, la locomotora que, en 1857, inauguró la primera línea ferroviaria del país, rumbo a lo que entonces se denominaba La Floresta.
El pasaje se encuentra en el corazón del barrio de Balvanera, una zona altamente conflictiva por el caos vehicular, problema que padecen desde hace muchos años los vecinos no sólo de la ex calle Rauch, sino también los de las arterias aledañas.
Con la “peatonalización” de esa calle se terminaron esos problemas.