La Ciudad de Buenos Aires ha decidido incrementar los controles de alcoholemia en pos de garantizar una menor cantidad de accidentes viales, ya que según las estadísticas de las autoridades porteñas, 1 de cada 5 siniestros fatales está relacionado con el consumo de bebidas. Estos incluyeron los realizados en nochebuena y navidad, donde se detuvieron a casi 9 mil automóviles para que sus conductores soplaran en la pipeta: 80 dieron positivos, a quienes se les retuvieron las licencias de conducir.
Como los controles se duplicaron, hubo una serie de incidentes: una agente de tránsito fue atorpellada con politraumatismos en Recoleta (Callao y Libertador); mientras que diplomáticos rusos se negaron a realizar el test, ya que por cuestiones protocolares no puede obligar a detenerse la marcha de un auto de un estado extranjero, presumiendo que están cometiendo un ilícito.
En la Ciudad, el límite máximo tolerado de alcohol en sangre es de 0,5 gramos por litro (gr/l) para vehículos particulares, 0,2 gr/l para motociclistas y 0,0 gr/l para principiantes y conductores profesionales.
En este 2024, el Gobierno de la Ciudad hizo más de 360 mil controles de alcoholemia. Comparado con la Nochebuena de 2023, hubo 42% más de testeos (5399 contra 3134) y los que dieron positivo fueron en ambos años casi el 1%. Estos fueron inhabilitados por un mínimo de dos meses. Si el dosaje es de entre 0,5 gr/l y 1 gr/l, se establece una multa de $94.530 a $630.200, se mantiene el acarreo de vehículo y la retención de la licencia de conducir. Y si el positivo es de 1 gr/l en adelante, se establece una multa de $189.060 a $1.260.400, o 1 a 10 días de arresto y la inhabilitación de la licencia de 4 meses a 2 años.
Fases del control de alcoholemia
* Verificación de la documentación (licencia de conducir, cédula verde, seguro).
* Examen con equipo tipo alómetro (para determinar si hay presencia de alcohol).
* A quienes den positivo en el examen alómetro, se les realiza el test con alcoholímetro para determinar dosaje.
Tercer Plan de Seguridad Vial 2024-2027
El Tercer Plan, busca reducir la cantidad de víctimas fatales en incidentes de tránsito durante los próximos 3 años y prevé reforzar los controles y endurecer las penas por conducir bajos los efectos del alcohol, entre otras medidas como incrementar en un tercio los operativos de control de velocidad o incorporar 50 nuevas cámaras .
El Primer Plan de Seguridad Vial de la Ciudad se lanzó en 2016 con el objetivo de reducir las víctimas fatales en el tránsito a través de distintas políticas.
Más de cien personas al año mueren por siniestros viales en la Ciudad, y más de 500 sufren heridas de gravedad con profundas consecuencias. El principal factor de riesgo es el exceso de velocidad: protagonizados primero por micros, luego por motos y en tercer lugar, autos. Y más del 20% de los siniestros viales fatales están relacionados con el alcohol. En todos los casos son hechos evitables.
“Si bien la Ciudad está mucho mejor que el resto del país, porque tenemos 3,4 fallecidos cada 100.000 habitantes, cuando a nivel nacional casi se triplica esa cifra, queremos hacer mucho más. Nuestro objetivo es reducir las muertes por eventos de tránsito y vamos a ser inflexibles con los controles, así como lo somos en otros aspectos del cumplimiento de la ley”, sostuvo el jefe de Gobierno Jorge Macri