El libro “De la Concordancia a Cambiemos. El sueño de las terceras fuerzas”, escrito por Mariano Echenique fue presentado por el diputado Leandro Santoro y los ex dirigentes del Frepaso y ARI Fernando Melillo y Delia Bisutti en el auditorio de la Unión de Trabajadores de la Educación. El autor afirmó que “se discute hoy como una idea original en Argentina, la ancha avenida del medio”, pero han existido antes, como en la década de 1920 (PDP y los Antipersonalistas), 1980 (PI y UCD), 1990 (FREPASO) o 2000 (ARI – CC).
Echenique señaló que “esas terceras fuerzas terminaron compartiendo el gobierno de una de las dos fuerzas que tanto criticaban”. Santoro evaluó que hoy en la Argentina “no existe la posibilidad de terceras fuerzas, no es momento para ser neutrales”, en una semana donde Elisa Carrió confirmó su pertenencia a Cambiemos y Sergio Massa está cada vez más cerca del kirchnerismo. Ahora “hay un ordenamiento que pasó del bipartidismo” del siglo XX entre radicales y peronistas, al “bifrentismo” entre dos proyectos de país en el siglo XXI. Recordó las coaliciones que impulsaron los ex presidentes Raul Alfonsín (1983 -1989) con el tercer movimiento histórico y Néstor Kirchner (2003 – 2007) con la transversalidad.
El autor del libro evaluó que las terceras fuerzas como el Frepaso o el Ari, viraron sus proyectos originales de raigambre popular y antielitisas, para apoyar gobiernos de tendencias conservadoras encabezados por Fernando De La Rua (1999 – 2001) y Mauricio Macri (2015-2019). “Las terceras fuerzas tuvieron electores, pero no tuvieron sujeto social”, explicó Echenique y ejemplificó el caso de Elisa Lilita Carrió, que primero hizo buenas elecciones en barrios populares y luego su mayor caudal de votos fue en la comuna de Recoleta.
“El tercerismo tropezó 35 veces con la misma piedra”, dice el libro y el autor recordó los intentos fallidos recientes de distintas expresiones políticas como el ARI, Coalición Cívica, Acuerdo Cívico y Social, Frente Amplio Progresista, GEN, UNEN y FAUNEN. Bisutti, dijo que “el libro nos interpela” y afirmó que junto a Melillo, “compartimos años en las terceras fuerzas” y “fuimos parte de la historia que cuenta el libro”.
La ex diputada nacional recordó que decidió irse de los gobiernos del PJ al Frepaso, en 1990, o de la Alianza al ARI, en 2001; por que tuvo que elegir “entre estar con los intereses populares o con los del establishment”. Afirmó que muchos dirigentes no lo hicieron “por privilegiar un cargo y perdieron el rumbo”. Sin embargo, recordó que cuando se fundó el ARI en noviembre de 2001 los cánticos de la militancia eran por Ernesto Che Guevara, con la presencia de Lilita, que elogiaba al futuro presidente del Brasil Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores. Pero 6 años después, Carrió decidió incorporar a Patricia Bullrich (ministra de Trabajo de De la Rua y actual de Seguridad de Macri). “Hay una grieta histórica, que es el odio a lo nacional y popular”, determinó Bisutti.
El ex diputado Melillo dijo que no se puede tener una visión “bilardista, ya que perdimos con la Alianza de De la Rua”, gestión que profundizó la economía neoliberal con el ex funcionario de Menem y la dictadura, Domingo Cavallo. Aunque recordó que el Frepaso antes logró reunir a diversos sectores progresistas que impulsaron las primeras luchas por el feminismo, la redistribución del ingreso y distintas relaciones con los países de América, que luego fueron retomadas por el Frente para la Victoria desde 2003 y que hoy son parte de las plataformas electorales . Consideró al libro “De la Concordancia a Cambiemos. El sueño de las terceras fuerzas”, como “una herramienta militante imprescindible”, ya que es “una síntesis discursiva, teórica y práctica”.
Santoro recordó “que cuando uno se forma en una cultura de partido como es la UCR, la dimensión emotiva es muy fuerte, uno se casa y al romper, entra en crisis tu propia identidad”, por lo que consideró necesario “superar los prejuicios y tabúes, a partir de una lectura de la realidad”. Afirmó que no sirve ser “militantes de la nostalgia, de lo que el partido había sido”, recordó a los dirigentes de FORJA que en la década del 40, como es narrado en el libro, abandonaron el radicalismo para sumarse al movimiento de Juan Domingo Perón. Así llamó a la “valentía de convivir” más allá de superficialidades que se manifiesta cuando sus ex correligionarios le preguntan: “¿Como nos bancamos que nos canten la marcha?”