Las persianas bajas y la consigna de “se alquila” ganan lugar en las principales avenidas porteñas. Se debe a la baja en el consumo, la inflación, la suba de los alquileres y el crecimiento de la venta ilegal.
Los carteles de “se alquila” se multiplican en la Ciudad. El fenómeno se expande por las diferentes arterias comerciales y desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) revelan que se debe a la fuerte caída del consumo, a la venta ilegal masiva en la vía pública y a la suba desmedida en los precios de los alquileres comerciales.
Algunas de las zonas comerciales más afectadas por la desocupación de locales fueron: la calle Defensa, en San Telmo, que en sus 11 cuadras tiene 43 locales vacíos sobre un total de 187; la avenida Sáenz, con 17 negocios vacíos en cinco cuadras; y la avenida Nazca, en Floresta, con 40 locales cerrados en 13 cuadras.
El relevamiento de la CAME refleja que en las zonas con fuerte presencia de manteros y saladitas el cierre comercial se acentuó. “Desde hace un año a esta parte hay una tendencia clara en desocupación de locales. El índice está aumentando en aproximadamente 2,5 puntos cada 12 meses”, dijo a este diario el secretario de prensa de la entidad, Vicente Lourenzo.
La crisis no perdona ni siquiera a la zona de Once, un centro comercial por excelencia: mientras que hace cinco años había lista de espera para alquilar un local, hoy está ocupado el 95%.
En zonas más populares como la calle Florida o la avendia Santa Fe, entre Callao y la plaza San Martín, el panorama también es preocupante: no sólo se ven afectados por la caída del consumo, la venta ilegal y la demora en la renovación de los alquileres, sino también por la menor llegada de los turistas.