El actor que hizo reír a generaciones de argentinos, con su "gestito de idea" que lo caracteriza, en la Legislatura.

El actor Carlitos Balá, recibió esta tarde en la Legislatura porteña el diploma que lo distingue como Ciudadano Ilustre, en un acto presidido por  la diputada Cristina García De Aurteneche, y el ministro de Cultura de la Ciudad, Ángel Mahler.

“Pensar en Carlitos es cerrar los ojos y transportarme a mi infancia. Lo admiro desde chica. Tiene el privilegio de unos pocos, que es poder entretener con su humor sano a una familia entera, desde el abuelo hasta el nieto. Es una persona especial, respetada y querida por todas las generaciones”, manifestó la diputada, quien entregó el reconocimiento en el Salón Dorado a partir de una iniciativa de su compañero de banca, el legislador Roberto Quattromano.

Mahler dijo que “el cariño de la gente lo dice todo y ese logro es el mayor de un artista que puede tener”. El ministro contó que en 1987 tuvo la oportunidad de trabajar con Balá en canal 7, al que lo describió como “honesto, desinteresado, sincero y con don de gente”

Carlos Salim Balaá, conocido popularmente como Carlitos Balá, nació el 13 de agosto de 1925 en el barrio porteño de Chacarita; club del que es hincha y esta tarde, el vicepresidente de la entidad, le entregó la remera de fútbol profesional con el número 10 y su apellido.

Hijo de Mustafá, un inmigrante libanés, y Juana Boglich, una argentina descendiente de croatas, comenzó realizando monólogos y bromas a pasajeros de la línea 39 de colectivos y hoy un directivo de la empresa le entregó un plato de distinción.  Balá recordó “la primera vez que subí al 39  y con timidez empecé, siempre haciendo reír”, entonó las canciones y contó los chistes que hacía a los pasajeros, con complicidad del chofer.

Su debut profesional lo hizo junto a  Délfor Amaranto en la década de 1950 en el programa “La revista dislocada”, ciclo que tuvo la participación de figuras entrañables como Mario Sapag, Mario Sánchez, Juan Carlos Calabró,  Jorge Porcel, Raúl Rossi, Tristán y Cacho Fontana, entre otras.

En 1958, integró junto a Jorge Marchesini y Alberto Locati integrando ’los tres…’ por Radio El Mundo, con la locución de  Antonio Carrizo. Luego de estos éxitos lanzó su carrera individual, en diversos ciclos televisivos con gran audiencia como “El show de Carlitos Balá”, muy seguido por los niños y las familias. En cine, fue protagonista de la saga de “Canuto Cañete” y participó en una veintena de films.

“Cuando empecé me veía 4 películas por día. A Chaplin lo sigo viendo siempre. Tengo 91 años y 62 años trabajando por mi vocación. Soy un tipo feliz haciendo reír a la gente, ya sea el barrendero o al  presidente de la Nación. Hay lugares donde se olvidan a los actores, pero este no es el caso, muchas gracias Ciudad de Buenos Aires”, dijo un Balá emocionado.

Aparte de la declaración de Ciudadano Ilustre por parte de la Legislatura, este año también recibió una mención de honor en los premios Estrella de Mar; en 2016 lo homenajearon en los premios Gardel y fue declarado “Embajador de Paz” en el Vaticano y en 2011 obtuvo el Premio Martín Fierro a la trayectoria, entre otros reconocimientos y muestras de afecto a nivel nacional por su extensa carrera.