En el salón Montevideo de la Legislatura porteña se declaró de interés y presentó la campaña Nuestros Cuerpos Libres, para que se fabriquen prendas respetando la diversidad de cuerpos, se aplique la ley de talles en la Ciudad y puedan ir derribándose estereotipos. Los impulsores fueron la legisladora Laura Velasco; las organizaciones Bellamente y AnyBody, junto a Meta (Facebook e Instagram)
Velasco, recordó que es necesario considerar a todos los cuerpos para elegir su ropa y su calzado y disfrutar de las modas y estilos. Si bien hay unas pocas marcas inclusivas, la implementación de la Ley de Talles, además de mostrar las buenas prácticas, hará que los precios sean más accesibles con emprendedoras textiles que llevan adelante esta experiencia. Velasco fue autora de la declaración de interés de las 6 piezas que integran la campaña y fue aprobada por la Legislatura porteña: “busca ofrecer un paso más a sus usuarios y usuarias en la búsqueda de una plataforma libre de discriminación y odio. La campaña es un ejemplo de cómo la comunicación puede ser una herramienta para generar conciencia e impacto social a favor de la diversidad corporal. “#NuestrosCuerposLibres” es un paso más hacia la construcción de un espacio de expresión positivo e inclusivo en internet, que aporta visibilidad y apoyo a una comunidad de personas que puedan estar enfrentando cuestionamientos respecto de su propio cuerpo o imagen”
La Fundación Bellamente demostró que 8 de cada 10 mujeres se sienten insatisfechas con su imagen corporal, de las cuales un 59% considera que está gorda o con exceso de peso y el 5% delgada o muy delgada. Además, el 55% de las consultadas afirmó que después de ver una publicación en la red social Instagram de un “cuerpo ideal”, visitan páginas para cambiar partes de su cuerpo. Cande Yatche, recordó “los impactos negativos que tienen los estereotipos en las personas y en la salud física mental y emocional; a partir de construcciones sociales que van alimentando esta idea de belleza a través de los medios de comunicación, la publicidad, los comentarios interpersonales, entre otros transmisores”. Destacó que la campaña Nuestros Cuerpos Libres une al tercer sector con el público y privado, que a través de esa articulación se puede ir cambiando la situación.
Según un estudio realizado por la organización AnyBody en nuestro país, 7 de cada 10 personas tienen dificultad para conseguir ropa de su talle y el porcentaje llega a 95 cuando se trata de prendas femeninas. Es decir, que la ropa que se produce en Argentina no está hecha para cuerpos argentinos. Sami Alonso, como representante de la ONG que llevó la ley de talles al Congreso de la Nación que se aprobó hace tres años, recordó que están esperando los resultados del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI): “a partir del estudio antropométrico de las mujeres argentinas, estamos muy expectantes de lo que se viene”
Gabriel Recalde, de Meta expresó que la declaración es un reconocimiento muy grande en lo profesional y lo personal; y como representante corporativo. “El trabajo de la campaña, también fue un aprendizaje. Y de esta manera ayudar a combatir el estigma de peso, que fue el eje. Como empresa nos enorgullece el lugar que les puede dar a activistas en Instagram sobre la diversidad corporal y generar comunidades de apoyo. Si bien sabemos que el estigma de la imagen y las cuestiones de peso, no se limitan a las redes sociales, entendemos el impacto que tienen en las y los usuarios, sobre todos más jóvenes. Y queremos que tengan una experiencia más positiva. Y esta campaña es apenas un paso de todo lo que hacemos constantemente y no acaba ahí”
La declaración de interés consideró: “Que las bromas, chistes y memes sobre el aumento de peso en las redes sociales se iniciaron casi inmediatamente en que partieron las medidas de distanciamiento físico para prevenir los contagios por coronavirus. Son solo memes. Pero también son una presión social, advierten especialistas. La suposición de que la cuarentena conducirá automáticamente a un aumento de peso para toda la ciudadanía. Reflejo, dicen, de la “cultura de dieta” en la que vivimos. Incluso en medio de una pandemia mundial sin precedentes, engordar es un miedo que, entre bromas y memes, aumenta. Que eso no es todo. Argentina es el segundo país a nivel mundial con más casos de anorexia según un informe de la Fundación La Casita. La lucha contra el sufrimiento de quienes padecen trastornos alimenticios pone de relieve la importancia de pedir ayuda como el primer paso para superar el problema. Que el efecto del discurso gordofóbico y gordo-odiante se traduce en consecuencias que van desde alentar el desarrollo de trastornos de salud como la depresión, la anorexia o la bulimia, y fomentan la reproducción de estereotipos de género relacionados con la cosificación de las mujeres y la reducción de los cuerpos a objetos de valoración y consumo, cuando no acaba siendo expresado en el ejercicio de un acto discriminatorio e incluso un acto de violencia gordo-odiante. La discriminación gordofóbica es el acto de vulnerar un derecho humano en base a pretextos estéticos que, además, al cruzarse con estereotipos de género, raciales, xenofóbicos o clasistas recaen sobre grupos sistemáticamente afectados por otros modos de discriminación. Como resultado, estos grupos ven restringido de forma sistemática su acceso a derechos esenciales”