La desigualdad económica subyace en muchos de los conflictos violentos del mundo

El último informe de la ONG Oxfam Intermón denuncia la creciente desigualdad económica, de género y de oportunidades en todo el mundo, que incluye a la Argentina.

El análisis incluye  la brecha entre ricos y pobres; las mujeres y sus posibilidades para estudiar, trabajar o alcanzar puestos de responsabilidad política o empresarial, además de medir a los pueblos indígenas, homosexuales o gitanos, ente otros grupos que se encuentran excluidos en determinados países.

Sin embargo en Argentina, junto con cuatro países de América Latina (Bolivia, Brasil, México y Uruguay), los ingresos virtuales derivados de la atención sanitaria y la educación han reducido la desigualdad entre un 10% y un 20%.95  En más grande del sur,  la educación ha desempeñado un papel fundamental en la reducción de la desigualdad en Brasil.

La alfabetización, la formación, los estudios marcan en gran medida el trabajo, el salario, la posición social que se tendrá en la vida. Los sociólogos coinciden en señalar a la educación como clave en la generación de oportunidades de mejora de los individuos. Pero en el mundo hay 781 millones de analfabeta, según la UNESCO. Sin embargo en la Argentina este problema no es grave por la historia de la educación pública, aunque el sistema ha tenido hacia futuro dual, ya que el incremento gradual de la desigualdad de ingresos se ha visto acompañado de una mayor segregación en la educación.

 

Pero con respecto a la movilidad social,  en Dinamarca uno de los países más justos, sólo el 15% de los ingresos de un adulto joven viene determinado por los ingresos de sus padres, mientras que en la Argentina ese porcentaje llega al 50%.

Sobre  sistema tributario, este en la Argentina prácticamente no disminuye nada la desigualdad. Mientras que en los países de Europa lo hace en un 40%, en Estados Unidos un 20%, mientras que en la Argentina está cerca de 10%. Los impuestos en Perú y Bolivia, casi no hacen nada por combatir la in-equidad, ubicándose en los peores lugares del mundo. El caso contrario es Uruguay, que tiene las mayores diferencias de desigualdad entre antes y después de impuestos de toda la región América Latina-Caribe, lo cual demuestra la eficacia de su política fiscal progresiva a la hora de reducir la desigualdad.

A pesar de lo dicho, la brecha entre los ingresos reales  se ha reducido entre un 10% y un 20% en cinco países de América Latina: Argentina, Bolivia, Brasil, México y Uruguay.