Vecinos de San Telmo cortaron ayer la Avenida Paseo Colón a la altura de Humberto 1º durante dos horas en protesta por la intención del Gobierno de la Ciudad de demoler los frentes de varios edificios históricos del barrio para instalar el Metrobus.

 

“En enero, todos los vecinos recibimos una notificación que nos daba un plazo perentorio para abandonar nuestros edificios”, le dijo Ruben Saboularb, referente de la asamblea de vecinos del Parque Lezama e integrante de la organización Asambleas del Pueblo, que tiene su local, precisamente, en la traza de lo que se planea a demoler.

 

“A nosotros no nos afecta mucho, nos sacarían 18 metros, pero ¿cómo es que nadie viene a dialogar? –se indigna Saboularb–. Les pedimos información y ningún funcionario dice nada”. Aparentemente, el proyecto del GCBA es instalar un Metrobus que una Plaza de Mayo con La Boca, aunque, como ya sucedió con el Bajo Autopista y el proyectado Metrobus de la Avenida Congreso hasta Gral Paz, los vecinos encuentran errores que denotan improvisación.

 

En este caso, la vuelta alrededor de la Casa de Gobierno que une Paseo Colón y Leandro N Alem se volverá un cuello de botella insoportable si se amplía la cantidad de líneas de colectivos que hoy circulan por el Bajo, y no queda claro qué harán con las plazoletas y el Monumento al Trabajo que se encuentran frente a la Facultad de Ingeniería.

 

Pero lo más curioso es que el macrismo fundamenta la orden de desalojo en una ordenanza de la dictadura. Según averiguaron las organizaciones del barrio, en épocas del tristemente célebre Albano Harguindeguy se intentó ampliar Paseo Colón y, aunque finalmente no se hizo, las ordenanzas de desalojo quedaron vigentes.

 

Por: Tiempo Argentino

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