En el salón Alfonsín de la Legislatura porteña se proyectó el documental sobre los femicidios “Cada 30 horas”, con la asistencia de las madres de las asesinadas Wanda Taddei, Ángeles Rawson, Julieta Mena y Candela Rodríguez. Al inicio la diputada Victoria Roldán Méndez (VJ) saludó la iniciativa y afirmó que es necesario “seguir haciendo cosas para visibilizar la problemática”.
El documental relata que en Argentina cada 30 horas una mujer muere víctima de violencia de género. En sus 72 minutos se hacen entrevistas a psicólogos y trabajadores sociales que ayudan a las mujeres que logran pedir ayuda y a tres madres, presentes hoy en la Legislatura, que transformaron la pérdida de sus hijas en un compromiso público.
Su directora Alejandra Perdomo destacó también la labor que se realiza desde la línea 137, dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación desde 2006, para asistir a quien necesite ayuda y asesoramiento en el caso de una situación de violencia familiar y/o sexual. Sus trabajadoras, retratadas en el documental y presentes en el acto, explicaron que su tarea es “contener en ese momento a la víctima”, en ese primer contacto. Dijeron que el acompañamiento se da a través del centro de llamadas telefónicas y los móviles integrados por una psicóloga y una trabajadora social, que van con la martirizada al hospital y a hacer la denuncia.
Beatriz Regal, madre de Wanda, explicó que “la víctima necesita una contención y a lo primero que acude es al teléfono, lo que tiene más cerca”. Recordó que en las marchas por “ni una menos, se movilizaron más de 1 millón de personas en Argentina”. Y rememoró que la primera vez que se habló masivamente del tema, fue con la muerte de Alicia Muñiz, que fue arrojada desde un balcón en 1988 por su esposo, el boxeador Carlos Monzón.
Regal pidió que se cumplan con las leyes de Educación Sexual Integral (26 150) y de Protección Integral de las Mujeres (26 485), ya que contempla diversas asignaturas como la contención en la salud y psicología de las víctimas. También abogó por que se contemplen los presupuestos correspondientes para su implementación y la mayor existencia de refugios para mujeres que deben huir de sus casas.
Marcela Morera, madre de Julieta, aconsejó que “nunca dejen sola a una mujer víctima de la violencia”, ya que al quedar aisalda de su familia y amigos “el que gana es el violento”. Carola Labrador, mamá de Candela, dijo que “no nos debemos dejar maltratar y pisotear”, pero afirmó que la mayoría de los hombres son buenos. El el mismo sentido, Regal afirmó que “si todos los hombres fueran violentos”, la sociedad no podría existir prácticamente, aunque lamentó que “cada 30 horas haya una víctima”
Jimena Aduriz, la madre de Ángeles, dijo que los hombres también “están presos del patriarcado”. Recordó que cuando su hija murió “no existía el whatsapp”, aunque si el Facebook y recordó que “cuando le preguntaron la diferencia entre el hombre y la mujer” ella respondió que ambos podían hacer todas las cosas, ya que la diferencia era simplemente anatómica.
La mamá de Wanda afirmó que “mi hija estaba en un mundo de opresión” con su pareja. Pero que la justicia muchas veces no analiza la realidad y tomó como ejemplo a “los jueces del tribunal 20”, los cuales le demostraron que “los dinosaurios están vivos”, ya que “en su mentalidad, la culpa la tiene siempre la mujer”, aunque avizora un cambio en las nuevas generaciones. Las cuatro madres participan activamente de la difusión y concientización contra los femicidios. Al inicio de la jornada el director de Asuntos Culturales, Juan Diego Bellocchio, afirmó que la “problemática continúa y atraviesa a todos los estratos sociales”