El Ministerio de Salud junto al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, se sumaron al mensaje que impulsa la Organización Mundial de la Salud (OMS) para hacer frente a la aparición y propagación de la resistencia de los microorganismos a los antibióticos.
La campaña que la cartera sanitaria nacional difundirá a través de las redes sociales y que se extenderá hasta el domingo, girará en torno a los siguientes ejes: concientizar acerca de los riesgos de la automedicación, la inadecuada prescripción médica y la importancia de respetar la venta bajo receta archivada en las farmacias.
Las consignas que circularán por las redes son: los antibióticos no sirven para curar un resfrío o una gripe pues éstos últimos son causados por virus y no por bacterias; los antibióticos sirven para tratar enfermedades causadas justamente por bacterias; los antibióticos sin indicación médica pueden hacer daño pues su uso inapropiado puede favorecer la aparición de bacterias resistentes a la medicación; los antibióticos siempre deben ser recetados por un médico u odontólogo.
El desarrollo de la resistencia antimicrobiana ocurre naturalmente con el tiempo como parte del proceso de adaptación biológica de las bacterias. Las principales causas del problema son el uso excesivo y/o inadecuado de los antimicrobianos en salud humana, sanidad animal y producción agroalimentaria.
En el caso de la salud humana, las principales causas de la resistencia antimicrobiana residen en el uso indiscriminado de antibióticos de amplio espectro en los hospitales o su administración en infecciones ambulatorias que en realidad no los requieren, sumado a la automedicación, al incumplimiento de la posología, la inadecuada composición de las presentaciones que se fabrican, la falta de aplicación de las restricciones de venta bajo receta archivada en farmacias, y las limitaciones para el diagnóstico oportuno de las infecciones por gérmenes resistentes.
En el ámbito de la producción animal también se utilizan antimicrobianos tanto para el tratamiento y prevención de infecciones, como para promover el crecimiento en la cría de animales.
En los últimos años se ha observado la aparición de una serie de bacterias patógenas, entre especies de Staphylococcus aureus, Enterococcus faecium, Acinetobacter, Pseudomonas aeruginosa y Klebsiella pneumoniae, sensibles sólo a un pequeño número de antibióticos o que presentan resistencia absoluta a todas los medicamentos disponibles. Las nuevas técnicas de diagnóstico molecular han permitido conocer que, luego de desarrollar la resistencia, muchas de estas bacterias adquieren también un comportamiento pandémico.
En junio pasado los ministros de Salud de la Nación, Daniel Gollan, y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Carlos Casamiquela, firmaron una resolución conjunta que puso en marcha una Estrategia Nacional para el Control de la Resistencia Antimicrobiana con el fin de garantizar el uso responsable de antibióticos esenciales para la salud humana y animal. La misma está conformada por ambos ministerios, Universidades Nacionales, Sociedades Científicas y organismos internacionales para abordar la cuestión de un modo interdisciplinario.
Esa estrategia dio lugar a una Comisión que está trabajando en la realización de un análisis de costo diferencial ocasionado por gérmenes resistentes a antimicrobianos en comparación con infecciones ocasionadas por gérmenes sensibles. Asimismo, se busca incorporar la temática de resistencia antimicrobiana en las carreras de ciencias de la salud humana y animal; implementar la vigilancia de la resistencia antimicrobiana en animales de consumo y unificarla con la vigilancia establecida en salud humana y avanzar en una estrategia de comunicación que permita sensibilizar a la población.
Campaña de la OMS
Bajo el lema Antibióticos, manéjelos con cuidado, la OMS advierte que “los antibióticos son un recurso valioso que debe ser preservado. Deben ser utilizados para tratar infecciones bacterianas sólo cuando son prescriptos por un profesional de la salud certificado. Además agrega que “los antibióticos no deben ser compartidos y los tratamientos deben realizarse de manera completa sin guardar antibióticos para el futuro”.
Otras recomendaciones son prevenir las infecciones con el lavado frecuente de manos, la aplicación de vacunas y con medidas de cuidado cuando se está en contacto con personas enfermas.
Como causas del aumento de la resistencia bacteriana la OMS señala la prescripción de antibióticos por parte de los médicos; el hecho de que los pacientes no terminan los tratamientos; el abuso de antibióticos en ganadería y criaderos de peces y la falta de higiene y de desarrollo de nuevos antibióticos.
Según datos de la OMS, la resistencia a los antibióticos provoca un incremento de los costos médicos, hospitalizaciones prolongadas y aumento de la mortalidad. “Sólo en la Unión Europea, se estima que las bacterias resistentes a los medicamentos pueden provocar 25 mil muertes anuales y un costo de alrededor de 1,3 mil millones de euros en términos de salud y pérdidas de productividad”.