La ex confitería fue concesionada a la universidad para que construyera un museo sobre la biodiversidad.

El juez porteño Guillermo Scheibler, aceptó la medida cautelar solicitada por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) para que pueda seguir funcionando su Museo en el actual Eco Parque.  El juez ordenó la suspensión de la disposición  de Juan Manuel Franchi, director de Administración de Bienes y Concesiones del Gobierno porteño, que firmó el el 29 de noviembre de 2018 y buscaba que la UNTREF abandonara el lugar en menos de un mes.

Lo paradójico es que en 2017 el propio Gobierno de la Ciudad había firmado un convenio con la UNTREF, para el usufructo por el término de tres años de la ex Confitería El Aguila  del anterior Zoológico de Buenos Aires; para que esta casa de estudios tenga su museo, el  Centro de Arte Contemporáneo para la Biodiversidad.

El emblemático edificio Art Noveau, construido a principios del siglo XX, con entrada por la Avenida Sarmiento, había sido destinado al al desarrollo de “muestras de arte contemporáneo cuya temática verse sobre aspectos relacionados con el medio ambiente y preservación, el desarrollo sustentable y la conservación de la biodiversidad; y actividades culturales y educativas interactivas vinculadas con la difusión sobre temas ambientales, protección de flora y fauna autóctona”.

La institución educativa venía cumpliendo con el convenio: “se habrían realizado las tareas necesarias para la habitabilidad segura del espacio y su refuncionalización y en septiembre se habría abierto al público la antigua confitería ‘El Águila’ con exposiciones y actividades culturales en el marco de BIENALSUR”

El abogado de la UNTREF, Fernando Alberto Leguizamón, detalló que su defendido se comprometió no sólo a realizar la restauración del espacio denominado “El Águila”, sino también de otros, como “El Pabellón de Loros” y “El Palomar”. Allí  se sanearon los baños, la instalación eléctrica, los techos se impermeabilizaron y restauraron muros, pisos y el subsuelo.

 
El juez citó jurisprudencia donde se establece que “si el Estado resuelve revocar el derecho precario de modo intempestivo e irrazonable, entonces el titular tiene derecho a la reparación de los daños causados”.

Scheibler concluyó que “si bien la ley 6011 autorizó al Poder Ejecutivo a concesionar diversos espacios del ex Jardín Zoológico (entre ellos el edificio conocido como ‘El Águila’), no se advierte de qué modo esta sola circunstancia resultaría necesariamente incompatible con la vigencia del acuerdo oportunamente suscripto”