El entubado Arroyo Maldonado, también es un lugar que muchos porteños quieren visitar. El curso de agua bajo la avenida Juan B. Justo, fue recorrido por el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, acompañado por más de veinte vecinos.
El conducto atraviesa 10 de los 48 barrios de la ciudad (Versalles, Liniers, Villa Luro, Vélez Sarsfield, Floresta, Villa Santa Rita, Villa Mitre, Caballito, Villa Crespo y Palermo) y la visita constituyó una experiencia para brindar la posibilidad de conocer lugares que regularmente están cerrados al público.
Finalizado el recorrido, Rodríguez Larreta destacó el proceso participativo que acompañó a la actividad al señalar que “se anotaron más de 1500 personas, se hizo un sorteo como en todas las propuestas de participación, y 25 fueron elegidas”.
A partir de esta experiencia, los seleccionados pudieron conocer –en un recorrido de 600 metros- el funcionamiento de la red hidráulica más grande de la Ciudad y cómo es el proceso de limpieza anual del túnel aliviador largo del Arroyo Maldonado, que tiene un diámetro de 6,9 metros y una longitud de más de cien cuadras, desde Cuenca y Juan B. Justo hasta la desembocadura en el Río de la Plata.
En grupos de entre 10 y 15, los vecinos hicieron la visita guiada acompañados en todo momento por personal capacitado, previa a una charla de 30 minutos con una breve explicación y ponerse el equipamiento de seguridad.
“Lo importante es cómo se mantiene (el conducto pluvial)”, valoró el jefe de Gobierno porteño, al tiempo que remarcó que “gracias al trabajo del equipo de Pluviales y las obras que se han hecho, ya van varios años –más de 3 años- que no hemos sufrido inundaciones grandes” en la Ciudad.
El Maldonado es el arroyo subterráneo más amplio de Buenos Aires: tiene 21,30 kilómetros de extensión, nace en La Matanza y corre entubado por debajo de las avenidas Juan B. Justo e Int. Bullrich, atravesando 10 barrios hasta desembocar en el Río de la Plata.
Durante la actividad se les mostró también a los participantes los dos túneles que se construyeron paralelos al Arroyo Maldonado hacia los que se deriva gran parte de su caudal. Esos túneles aumentaron la capacidad de escurrimiento y evitan que el arroyo se llene y deje de captar agua de la superficie, como ocurría hace cinco años en la zona de Juan B. Justo.