Cinco Padres Palotinos fueron asesinados el 4 de julio de 1976 por un grupo de tareas de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). En su 42 aniversario, la diputada Paula Penacca organizó una conferencia en el Salón Perón de la Legislatura para “mantener viva la memoria” de lo que fue un “hecho del terrorismo de Estado”, que se inició formalmente el 24 de marzo de 1976, con el golpe perpetrado por los tres jerarcas de las Fuerzas Armadas.
Guillermo Oliveri, ex secretario de Culto de la Nación analizó el período comprendido entre 1968 y 1976, cuando se desencadenó la muerte de los sacerdotes palotinos Alfredo Leaden, Pedro Duffau y Alfredo Kelly y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti en la Parroquia San Patricio de Belgrano.
Recordó que en 1968 se realizó en Medellín, Colombia, la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano que adhirió formalmente a la Doctrina Social Cristiana para anunciar el Evangelio y denunciar las injusticias nunca dejando de ver, juzgar y actuar. “Esa corriente de aire nuevo que fue el Concilio del Vaticano, caló en los sacerdotes, pero no en la mayoría de las jerarquías, que terminaron siendo cómplices de la dictadura”.
También ese año Enrique Angelelli fue designado obispo de la diócesis de La Rioja, aunque en 1976 fue asesinado por oponerse al Proceso de Reorganización Nacional. “147 religiosos fueron muertos y desaparecidos entre 1976 y 1982”, puntualizó Oliveri.
Fortunanto Mallimacci, profesor de la Universidad de Buenos Aires, resaltó que “la comunidad palotina tiene el coraje de seguir haciendo memoria por la sangre derramada”. Explicó que en la sociedad de hace casi medio siglo “la jerarquía y el orden pasaron a ser cuestionados” y en Argentina había “542 sacerdotes del tercer mundo”. “En 1976 la mayoría de los sacerdotes eran parte de las comisiones obreras”, explicó el profesor. Y la dictadura empezó a buscar “infiltrados” en las distintas organizaciones como la Iglesia, los sindicatos, las universidades, las fábricas, para “asesinarlos”.
Fernando González, integrante del colectivo Kevin O’Neill, afirmó que los palotinos asesinados fueron “5 mártires” y que nunca abandonaron su apostolado; ya que en el nuevo contexto su opción fue por “los pobres y los jóvenes”, con un “compromiso socio político integral”. Afirmó que “tenemos deuda con la justicia para con ellos”, ya que la Congregación Palotina se presentó por unanimidad como querellante en 2016 ante el juez Sergio Torres en la mega causa ESMA.
Francisco Paco Olveira, integrante del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres, recordó que hace 50 años en Medellín se comprometieron por “una nueva civilización”, ya que hoy persisten “los mismos problemas y la desigualdad”.
Recordó que el documento firmado por la Pontificia Comisión para América Latina en 1968, habló de “una violencia de arriba, una violencia institucionalizada”, “el pecado estructural y el terrorismo económico”, “la teología de la liberación” y “la opción con los pobres y contra la pobreza e injusticia”.
Olviera dijo que “hubo todo un movimiento que se plasmó en Medellín”, que logró plantar nuevos temas, donde tuvieron un rol muy importante las “comunidades eclesiales de base” y subrayó que “en el evangelio la cuestión de la pobreza es prioritaria”; y para los 5 padres palotinos asesinados no le fueron indiferentes.