La multa superaría los 800 pesos. La iniciativa, impulsada por el PRO, busca disminuir los accidentes de tránsito y proteger la salud de los acompañantes
El proyecto fue presentado hoy con la firma de los legisladores del PRO Cristian Ritondo y Roberto Quattromano. La idea es modificar el Código de Tránsito de la Ciudad, agregando entre las prohibiciones al conducir la de fumar. La multa sería el equivalente al precio de 70 litros de nafta Premium.
“El que conduce tiene que poner toda su atención al volante, por eso cualquier distracción que surja puede poner en peligro su vida y la de terceros”, argumentó Quattromano.
El proyecto ahora deberá ser debatido por la comisión de tránsito. Y según dijeron fuentes del PRO, “tiene chances de ser aprobado, porque es bastante liviano en comparación con otros”.
“Estas medidas son importantes para la protección de la salud, sobre todo de los fumadores pasivos. En ese sentido, representan un paso adelante para que la Ciudad de Buenos Aires llegue a ser ciento por ciento libre de humo de tabaco”, opinó en declaraciones a este medio la coordinadora del Proyecto Buenos Aires, Ciudad Libre de Humo, Marta Angueira.
En los fundamentos de la ley, los legisladores subrayan que “la primera causa de accidentes automovilísticos en el país está relacionada con las distracciones, entre las que se destacan el uso del celular y el cigarrillo”.
Un reciente estudio del Proyecto Buenos Aires Ciudad Libre de Humo arrojó que se fuma en casi el 5% de los autos que circulan por las calles porteñas.
Los legisladores consideran que fumar mientras se conduce es tan riesgoso como hablar por celular o enviar mensajes de texto.
Entre sus argumentos, advirtieron que “el humo del cigarro es uno de los factores que más pueden afectar nuestra visibilidad al conducir, ya sea porque éste se devuelve por la ventana por efecto del viento o por el mismo hecho de mantenerlo encendido dentro del auto”.
Además, mencionaron que “los efectos del viento al mantener las ventanas abiertas para poder fumar pueden causar diversas situaciones de riesgo, como que las brasas del cigarro se desprendan y quemen el tapiz de tu vehículo, o que, al arrojar el cigarro por la ventana, éste se devuelva encendido al interior del automóvil.
También hay varios estudios que prueban que los que fuman protagonizan más accidentes de tránsito que los que no lo hacen.
En el ámbito internacional ya rigen prohibiciones similares en el Reino Unido, Australia y varios estados de los EEUU, entre otros lugares. Además, una ley parecida está vigente en la capital cordobesa y otra tiene media sanción en Mendoza.
En un reciente taller sobre tabaquismo, Angueira hizo hincapié en los daños que genera el humo del cigarrillo a los eventuales acompañantes en el interior de un vehículo. Hay varias investigaciones que lo han medido, pero quizás la más representativa es una que se realizó en Nueva Zelanda hace seis años, colocando los monitores de calidad del aire en el asiento trasero, a la altura de la nariz de un niño. La contaminación encontrada en los autos con las ventanillas abiertas es cinco veces superior a la de afuera.