El primero de los tres paseos comerciales donde se reubicó a los manteros de Once que ocupaban la vía pública funciona desde hoy en un galpón en Balvanera, donde se instalaron 280 puestos para los vendedores que se censaron ante el Gobierno de la Ciudad y completaron el curso que dictó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), como informó la agencia Télam. Está ubicado frente a una de las salidas laterales de la estación de ferrocarriles Once, en la calle Perón
El “Paseo Comercial Balvanera”, que requirió una inversión de 3 millones de pesos, se inauguró el lunes pasado pero hoy comenzó con la venta al público con 280 puestos, a los que sumarán en la próxima semana 76 vendedores del viejo predio de la calle Perón, manteros que habían ocupado las veredas de la avenida Avellaneda en Flores.
Funciona de lunes a sábados de 9 a 19.
“Voy a vender menos que en la calle, pero la ubicación es buena”, aseguró a Télam Miriam, que vende ropa femenina, y reconoció que “hasta ahora no vendí casi nada” porque a la nueva feria “le falta publicidad”.
Jimena, que vende accesorios para celulares, se mostró en la misma línea y afirmó que el predio es “lindo”. Afirmó que resta que la gente que circula por la zona reconozca el lugar.
“Necesitamos publicidad, nos estamos organizando con los demás vendedores para hacer panfletos y repartirlos en la Estación Once”, comentó la vendedora y contó que “no hubo problemas” entre los manteros porque la asignación de los puestos, que miden entre 1,5 a 2 metros de largo por 1,5 metros de ancho, se hizo por sorteo.
Los puesteros deben comprar mercadería de manera legal y se les permitirá vender indumentaria, calzado, marroquinería, librería, bijouterie, juguetería, accesorios para celulares y artículos de kiosco.
A su vez, están prohibidas las prendas de ropa que violen la ley de marcas, alimentos y productos de salud o de cosmética.
“Nos van a obligar a emitir facturas pero todavía no pudimos inscribirnos en el monotributo”, afirmó Jimena y explicó que el gobierno porteño les dará un mes para regularizar la situación a cada vendedor con el monotributo social, que sale 209 pesos por mes, para que puedan entregar tickets a los compradores.
“Viene bien el paseo, falta arreglar las paredes y poner enchufes”, reconoció Mauro, vendedor de ropa masculina, aunque adujo que los mismos vendedores presionaron al gobierno porteño para trasladarse lo antes posible a los predios para poder empezar a vender, ya que desde enero, cuando dejaron libres las calles, no pudieron trabajar, sino que tuvieron que “mantenerse con el subsidio” de 22.000 pesos en cuatro cuotas que depositaron las autoridades porteñas en las cajas de ahorro que les abrieron en el Banco Ciudad a los vendedores.
“La gente quería laburar”, aseguró Mauro y destacó que el curso de CAME fue “muy bueno” porque los asistentes aprendieron “a cómo tratar a los clientes y sobre marketing”.
“Ya no pasamos frío ni peligro en la calle, había muchos riesgos con los autos”, dijo Jonathan, vendedor de joggings, y comentó que “la gente está recién conociendo el lugar pero aquí los precios son muy buenos”.
“Quizás no vendamos más, pero me siento mejor acá adentro, no tengo que pagar a la policía para que no me secuestre la mercadería”, concluyó.
En total, 900 manteros y vendedores ambulantes completaron el programa de capacitación en habilidades y oficios que dictó la CAME y que formó parte del acuerdo para el traslado de la venta callejera en la veredas de Once a los paseos.
El otro predio que se abrirá el viernes es el “Paseo Comercial Miserere”, ubicado en La Rioja 70, que es el más grande de los tres, con 444 puestos en 2700 m2 divididos en dos pisos. Este predio requirió la mayor inversión de 20 millones de pesos para el trabajo de limpieza de chatarra, fachadas, soldaduras, sanitarios, mampostería, instalaciones contra incendios, pintura, instalación eléctrica y renovación de las cortinas metálicas.
El último de los espacios, el “Paso Comercial Yrigoyen”, ubicado en Hipólito Yrigoyen 2.900, es el más pequeño y todavía sigue en obra, pero planea albergar a 94 locales en sus 700 m2.  A partir del desalojo de los manteros, el gobierno porteño puso en marcha el proyecto “Once Peatonal”, que se realiza en la zona el soterramiento de cables, el ordenamiento de la publicidad y marquesinas, la reconversión a luminarias LED, la recuperación de veredas y la peatonalización y ensanche de esquinas y veredas.
“Todas las partes están conformes, los comerciantes del barrio, los vecinos, las personas que transitan a diario por la zona, y los nuevos vendedores que con gran predisposición han logrado ingresar al circuito legal. Hoy están capacitados y bancarizados, algo que hace cuatro meses era impensado”, destacó el ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, Eduardo Macchiavelli.