Unirá las avenidas Roca, en Avellaneda, y Patricios, en la ciudad; un amparo judicial detuvo los trabajos
La Legislatura porteña aprobó ayer la construcción de un nuevo puente sobre el Riachuelo, entre la ciudad y Avellaneda. Pero la nueva vía, cuyo proyecto tiene cinco años de antigüedad, más que unir, dividió aguas…
Los legisladores porteños dieron el visto bueno al convenio entre el gobierno porteño y la municipalidad de Avellaneda para unir las dos ciudades a través de un puente entre las avenidas Roca, en la provincia, con Patricios, en la Capital.
La obra, sin embargo, está detenida por una disputa entre la justicia local y el ex juez de la causa por el saneamiento del Riachuelo Luis Armella.
La controversia surgió cuando el gobierno porteño llamó a licitación para la realización de los trabajos, que en su momento fueron valuados en 45 millones de pesos.
En ese momento, la Cámara Argentina de Arena y Piedra presentó ante el Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad, a cargo de Roberto Gallardo, una acción judicial de amparo en la cual solicitó la inmediata suspensión del proceso licitatorio. Como Armella rechazó esa intervención, ahora es la Corte Suprema la que deberá definir el futuro del nuevo cruce sobre el Riachuelo.
Según el anteproyecto presentado por el gobierno porteño, y que será construido por Autopistas Urbanas Sociedad Anónima (AUSA), el puente tendrá cuatro carriles, un largo aproximado de setenta metros y su estructura será giratoria, para no impedir la navegabilidad en el Riachuelo.
Sus diseñadores dicen que será estéticamente similar al Puente de la Mujer, que se encuentra situado en el Dique 3 de Puerto Madero.
Quienes se oponen al proyecto sostienen que se le quitará navegabilidad al río y que la remoción de barros generará un peligro potencial para los vecinos de la cuenca.
De hecho, la Cámara manifestó en su presentación que “la implantación de un puente giratorio sobre el lecho mismo de la cuenca del Riachuelo (actualmente, de libre navegación) afecta los derechos e intereses de sus asociados, quienes poseen actividades productivas en las orillas del Riachuelo, a las que deben acceder mediante transporte fluvial”.
Según Cecilia Alvis, de la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos (ACDH), “la licitación para el Puente Roca-Patricios se realiza basándose en la ley 3060, de dudosa constitucionalidad, ya que otorga a la empresa AUSA la concesión de la red de autopistas y vías interconectadas sin pago de canon alguno, delegando el control de no menos de $ 500 millones al año provenientes de los peajes, y la autoridad para ejecutar obras viales de alto impacto ambiental sin el lógico control legislativo. Hay $ 45 millones y voluntad política para realizar un puente, pero no para relocalizar y atender a los vecinos que viven a la vera del Riachuelo, de La Boca a Pompeya, barrios declarados en emergencia ambiental”.
Otro Punto Controvertido
La remoción de los barros para la obra es otro tema polémico. Cabe recordar que en el fondo del río hay contaminantes de hidrocarburos, plomo, cromo y cadmio muy perjudiciales para la salud.
La construcción del puente en cuestión forma parte del sistema de obras de infraestructuras que trae consigo la realización del Plan de Recomposición y Saneamiento de la Cuenca Matanza -Riachuelo. Y ha sido incluida como parte de las obras de infraestructura que surgen del plan de recomposición.
Según el gobierno porteño, el proyecto tiene como fin alivianar el tránsito de los puentes Avellaneda y Pueyrredón, que suelen estar muy congestionados; este último fue construido en 1969 y es el más transitado de la zona, con 93.000 vehículos por día, según estimaciones oficiales.
El nuevo cruce forma parte de un plan integral que también comprende la construcción de nuevas veredas en el sector ribereño; la revalorización de áreas verdes con plantación de árboles; la incorporación de equipamiento urbano, como luminarias, y de señalización horizontal y vertical para los autos, y de infraestructura para usuarios de transporte público.
En ese sentido, Cristian Ritondo, presidente del bloque Pro en la Legislatura, sostuvo: “Creo que es un avance para la Ciudad para concretar obras pendientes que tiene por delante. Además, con esto y con lo que estamos haciendo también con el municipio de Vicente López con el Metrobus [la extensión en la avenida Maipú], hacemos que vecinos de los partidos bonaerenses puedan tener una mejor calidad de vida”.
El puente Roca-Patricios es una iniciativa que encierra una historia. En 2006, el entonces presidente de la Nación, Néstor Kirchner, había avanzado en la firma de un convenio con quien era jefe de gobierno porteño, Jorge Telerman, y el por esos días intendente de Avellaneda, Baldomero Álvarez de Olivera, para construir un puente fijo, con dos carriles en cada dirección.
Pero en el municipio de Avellaneda hay registrados pedidos para hacer este puente que datan de más de 80 años.
Por Laura Rocha | LA NACION