En su trayectoria combinó la escritura con la defensa de la Sociedad Argentina de Escritores.

Nélida Pessagno, poeta y escritora fue reconocida por la Legislatura con la entrega del flamante diploma que la acreditó como Personalidad Destacada en el Ámbito de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, por su compromiso inclaudicable con la SADE.

En el Salón Montevideo, el autor de la iniciativa de la declaración, diputado Javier Gentilini, organizó un acto con las intervenciones de Ernesto Fernández Nuñez (vicepresidente primero de la Sociedad Argentina de Escritores – SADE) Jorge Alcaraz (vocal de la SADE) y Marta Candiotti (secretaria de cultura de la SADE)

Alcaraz destacó que Pessagno “es nuestra maestra y he aprendido muchísimo de ella, no solo en su aspecto literario, sino también en su aspecto humano” y remarcó que “Nélida sueña con su casa y esa es la SADE”, ya que allí hasta hoy se desempeña como vicepresidenta tercera.

Candiotti consideró a Pessagno como “una mujer profundamente ética y correcta en el sentido de la gramática española”, describiéndola como “un sentimiento y un lenguaje” siempre presente con su poesía y letras en todas sus acciones.

Fernández Nuñez para la ocasión afirmó que “pensaba no ahorrar palabras y usar todo el diccionario, para estar a la altura del acontecimiento”. Recordó de Pessagno el “hermoso y profundo recorrido por las letras” y también su rol en la SADE con “la defensa de los derechos de los escritores y la institución cuando los mercaderes invadieron el templo”.

El diputado Gentilini consideró a “aquellas personas destacadas de hecho que no tienen el reconocimiento formal de la ciudad de Buenos Aires y la Legislatura”, cuestión que reparó hoy. Y describió las tareas Pessagno como aquellas donde “habla no solo desde lo personal, la producción o la pedagogía”, ya que “su compromiso va más allá de las tareas de escritora”

Finalmente Nélida Pessagno, luego que le fuera entregado el diploma de manos de Gentilini reconoció que “nunca imaginé que podía haber llegado este momento y agradecer es un deber”, donde elevó a la cultura al considerarla “un derecho de todos para que puedan acceder” ya que “están dependiendo los valores y la identidad de un pueblo”. Además de su trayectoria literaria, la destacada tuvo el reconocimiento público de sus colegas por sus gestiones, hace casi una década, por salvar la casa de la SADE y por su defensa incondicional del patrimonio cultural de la Argentina.