El feminismo y la perspectiva en la Argentina y en la Ciudad fue puesto en agenda en diversos aspectos, desde la violencia de género hasta el lenguaje.  Desde la primer marcha masiva Ni Una Menos frente al Congreso Nacional en la Ciudad de Buenos Aires en 2015, el movimiento se expandió, principalmente entre los jóvenes e incluyó el uso informal de un “neutro” para los plurales  en el castellano, reemplazando la terminación de las sílabas con la “o” por una “e” y en el escrito por una “x” o “@”.  Sin embargo, el Gobierno de la Ciudad, decidió terminar la discusión con una resolución firmada por su ministra de Educación, que estableció su prohibición para los contenidos que dictan los docentes,  el material que se les entrega a los alumnos y los documentos oficiales de escuelas y colegios.

“En este momento estamos sacando una traba más en para los aprendizajes. Hoy la utilización de la e, x y @ genera dificulta el proceso de escritura con fluidez, de lectura con fluidez y lo que queremos hacer es facilitar los procesos. Esto no es prohibir el lenguaje inclusivo, la lengua española tiene un montón de herramientas y es riquísima para visibilizar las diferencias, mostrar todo lo que puede pasar de diversidad de un aula”, justificó la ministra Soledad Acuña en una entrevista.

Sin embargo las Naciones Unidas si han adoptado el “lenguaje inclusivo en cuanto al género” como una manera de expresarse oralmente y por escrito “sin discriminar a un sexo, género social o identidad de género en particular y sin perpetuar estereotipos de género”. El organismo internacional fundamentó su decisión en que “el lenguaje es uno de los factores clave que determinan las actitudes culturales y sociales, emplear un lenguaje inclusivo en cuanto al género es una forma sumamente importante de promover la igualdad de género y combatir los prejuicios de género”.

Pero la resolución firmada por Acuña, toma en consideración una consulta efectuada a la Real Academia Española:  “El uso de la @ o de las letras «e» y «x» como supuestas marcas de género inclusivo es ajeno a la morfología del español”.  En el mismo sentido, la Academia Argentina de Letras recomendó preservar “la enseñanza-aprendizaje de la lengua en todos los niveles educativos” y que “…no deben forzarse las estructuras lingüísticas del español para que se conviertan en espejo de una ideología, pues la Gramática española que estudiamos no coarta la libertad de expresarnos o de interpretar lo que expresan los demás”

La cartera educativa presentó la semana pasada los resultados de las evaluaciones FEPBA (Finalización de Estudios Primarios de la Ciudad de Buenos Aires) y TESBA (Tercer año de Estudios Secundarios de la Ciudad de Buenos Aires) que afirman mostrar la realidad educativa: “Lo más afectado fue la comprensión lectora en lo que se obtuvo un resultado promedio que demuestra un retroceso de casi 4 años”. Entonces la ministra interpretó que “los chicos no comprenden lo que leen” y una de las causas sería el uso del lenguaje inclusivo.

Entonces firmó la resolución que ordenó:  “Las prácticas pedagógicas y la actividad docente en el sistema educativo son actividades reguladas por diversas normas oficiales, incluyendo las normas relativas al lenguaje y su enseñanza en la educación respetando la normativa y gramática del idioma español, tanto oral como escrito”

En dicho documento fechado el 9 de junio Acuña aclaró que “Los usos del lenguaje en la enseñanza de la lengua en la educación no son terrenos donde los/as docentes puedan imponer sus preferencias lingüísticas particulares” y que “un adecuado desarrollo del lenguaje, facilita el aprendizaje, siendo éste la base del rendimiento escolar”

Sin embargo, diversos docentes demostraron su disconformidad, como lo hizo el sindicato mayoritario, la Unión de Trabajadores de la Educación: “Esta decisión que encabeza la Ministra Soledad Acuña muestra nuevamente las intenciones de amedrentar a les docentes e instituciones que construyen espacios de inclusión y respeto a todas las identidades, a su vez que despliega nuevas formas de violencia hacia aquellas infancias y juventudes que no se reconocen en el masculino o el femenino como constitutivo de su identidad” Ante esto, Acuña sostuvo que “no les pedimos permiso a los sindicalistas para tomar decisiones en materia educativa”

El Gobierno porteño comunicó que la lengua española brinda diversas opciones para comunicarse de manera inclusiva “sin necesidad de tergiversarla, ni de agregar mayor complejidad a la comprensión y fluidez lectora”. Y aclararon que “la medida aplica únicamente a los contenidos que dictan los docentes en clase”