“Tres Esquinas”, como bien describió el poeta Enrique Cadícamo, era el “viejo baluarte de un arrabal”. Aquel lugar tuvo su epicentro en la actual esquina de las avenidas Montes de Oca y Osvaldo Cruz, a metros del viejo Riachuelo y del nuevo puente Pueyrredón con la autopista, que lo cruza.
En aquel rincón porteño, en 1914, se construyó un edificio que todavía se mantiene. En la planta baja había una cervecería (hoy se llama “Vieja Esquina”) donde cantó Angel Vargas, “el ruiseñor de las calles porteñas”. Y uno de sus mayores éxitos fue justamente el tango “Tres esquinas” que, en 1941, compusieron los músicos Angel D’Agostino (también había comenzado en el café que da título al tango) y Alfredo Attadía, con versos de Enrique Cadícamo.
De aquel barrio de “Tres Esquinas” todavía perduran algunos edificios y galpones de la estación Barracas que la compañía de Tranvías Anglo Argentina tenía con entrada sobre Montes de Oca, además de las casonas con veredas altas para evitar las inundaciones. Los galpones hoy los usan empresas de ómnibus de larga distancia.