Por Emiliano Delio

Insumisos, festival político y cultural, se realizó el pasado fin de semana en la zona de Retiro, con distintos paneles que abordaron la realidad argentina. Al finalizar el encuentro, hubo música para distraer el ánimo. Entre los speakers, se encontraron diversos periodistas, politólogos, ex funcionarios, diputados y expertos en diversas temáticas; que reflexionaron sobre la deriva autoritaria de los estamentos gubernamentales, en el proceso iniciado en Argentina desde diciembre de 2023.

En el cierre Pablo Avelluto, ex ministro y editor, afirmó: “En en el autoritarismo, la culpa es de otros, está afuera. Son ellos: la casta, los peronistas, los kirchneristas u otros. En la democracia, y esa es la principal diferencia que yo encuentro ante un pensamiento autoritario, algo de la responsabilidad también nos toca a a nosotros”

En el mismo panel el historiador Roy Hora, explicó que “a la Argentina le cuesta pensarse. A los que conforman la opinión, les cuesta proyectar hacia el futuro. Y eso tiene mucho que ver con que la Argentina tiene un pasado más potente que su presente. Hay una declinación secular y en eso el presidente Javier Milei tiene razón. El único elogio que voy a hacerle es que se anima a decirlo: hace mucho tiempo que la Argentina es un país cuyo desempeño es pobre”

En otra mesa, en síntesis, el periodista Juan Luis González explicó que Milei siempre se esforzó por presentarse como por fuera de la política; gritaba, está indignado y supo captar ese sentimiento de la sociedad argentina. La socióloga Sol Montero, abordó como se utilizaron las emociones negativas en la campaña para generar violencia: la búsqueda de la polarización ya dejó de estar relacionado con las ideas del otro, sino con quién sería el otro. También dejó de respetarse la verdad donde “no hay ningún tipo de pilar, con negacionismo climáticio o científico” y que las mismas reglas democráticas y periodísticas fueron manipuladas, para ganarse la opinión de un importante sector de la sociedad.

Avelluto explicó que “la manera de superar el enojo es precisamente lo que estamos viviendo esta noche acá. Es el encuentro con las personas que no piensan como uno, pero que compartimos algunas ideas importantes que dábamos por sentadas, que todas las compartíamos y nos dimos cuenta que solo las compartíamos algunos. Por ejemplo, el valor de la democracia, del pluralismo, del respeto.”

Hora valorizó que la Argentina “tiene una cultura asociativa muy potente cuya historia la podemos ver en muchos capítulos: la cultura obrera, el peronismo, la movilización con el pañuelo verde y también del pañuelo celeste”, entre otros hitos, que no son tan frecuentes en otras sociedades. “Ojalá en los próximos años esa esa potencia retorne. Con una clase dirigente más consciente de las características de la sociedad argentina y más capaz de imaginar y transformar un país, para que tenga un destino, que hace mucho que no tiene”, finalizó el historiador.

Los paneles, que comenzaron a las 17 fueron de opiniones plurales, abarcaron distintas temáticas y fueron los siguientes: Timba, Paja y TikTok. ¿Se puede ser insumisos en internet? con Tomás Balmaceda, Andrea Douer y Mijael Kaufman. No odiamos lo suficiente. Libertad de expresión y discursos de odio, con Déborah de Urieta, Nacho Girón y Pedro Caminos. La vereda es el nuevo ring. Democracia, urbanismo y espacio público en la ciudad; con Micaela Alcalde, Alejandro Giorgga y Manuel Socias. La sostenibilidad como sponsor oficial del futuro, con Melina Masnatta, Andrés Rieznik, Santi Siri y Bruno Rodríguez. Igualdad: ese viejo trend. Justicia, solidaridad e individualismo en tiempos de atomización con Mariela Belski, Alejandra Vázquez y Juan Ignacio Maquieyra. Nuevas derechas, viejas mañas. El futuro de la democracia frente a los movimientos emergentes, con Juan Luis González, Sol Montero, Tomás Borovinsky y Diego Iglesias. Y el panel de cierre fue: Ni enojados. Ni domesticados, con Roy Hora, Pablo Avelluto y Antonella Marty.

 Avelluto se mostró satisfecho al finalizar la jornada: “Creo que a mí, por lo pronto, la la oportunidad de conversar con gente que no piensa como yo, ha sido extraordinaria. Ha sido una una una posibilidad de repensarme a mí mismo, una posibilidad de destruir prejuicios. Cuando ustedes saben, los prejuicios son emociones tercas sobre cosas que conocemos mal. Todos los tenemos, todos los usamos”