El triunfo de la Selección Argentina de Fútbol ante el conjunto francés, desató los festejos en el Obelisco y todos los barrios de la Ciudad, además del interior del país.  Luego de 120 minutos y una paridad de 3 a 3, la final se definió por penales, donde el conjunto albiceleste no falló en ninguno de los 4 tiros, mientras que los azules, vieron frustrados dos intentos. De esta manera Argentina consigue su tercera copa del mundo en Qatar, luego de haberla logrado en México en 1986 y en su propia tierra en 1978.

La mañana en la Ciudad amaneció templada, con muchos vecinos movilizándose a distintos puntos para no perderse el comienzo del partido a las 12. Si bien el Gobierno porteño dispuso de 4 pantallas de 9 por 5 metros en Parque de la Ciudad, Parque Centenario, en el Rosedal de Palermo y en la Plaza Seeber, una de 18 por 10; la mayoría optó por encuentros entre familiares o amigos.

El primer tiempo fue dominado por Argentina, con un gol de Leo Messi (23′, penal) y otro de Angel Di María (36′); sin remates al arco del conjunto galo. En los últimos minutos del segundo tiempo, se produce un altibajo en el rendimiento del equipo sudamericano, que es aprovechado por el europeo: cae uno de los delanteros que había ingresado antes de que terminara el primer tiempo en el área y se cobra penal, que es transformado en gol por Kylian Mbappé (80′) y un minuto después, de bolea, el delantero francés vuelve a convertir, poniendo el resultado de manera abrupta en paridad.

Pasadas las dos de la tarde en la Ciudad de Buenos Aires, comienza la prórroga en el estadio de Doha y Argentina vuelve a intentar ponerse en ventaja, cuestión que logra en el minuto 111, luego de un fulminante tiro que es rechazado, pero que en el rebote Messi logra volver a convertir, a pesar de las dudas por el banderín levantado del referí de línea por posición adelantada, que no confirma el VAR. Sin embargo, en los minutos finales un ataque de Francia se transforma en penal por mano y Mbappé vuelve a convertir de penal y el resultado termina 3 a 3.

Una final muy cambiante y con suspenso, que la prensa internacional comienza a calificar como la mejor de la historia, hace que ambos equipos lo definan por penales. Los argentinos no fallaron en cuatro oportunidades, mientras que los franceses ven frustradas sus chances dos veces, por la gran respuesta del arquero argentino Emiliano Dibu Martínez. ¡Así Argentina se consagra campeón por tercera vez en su historia futbolística!

Luego de las distinciones a los argentinos Enzo Pérez, como jugador revelación del mundial, Martínez mejor arquero, Messi mejor jugador y al francés Mbappé como goleador del torneo; el capitán argentino junto a su equipo levanta la Copa del Mundial de Fútbol. En la Ciudad, ya muchos dejan de ver sus televisores para trasladar los festejos a las calles de la ciudad, luego de 36 años de la última consagración mundial. En un partido con máxima tensión y emoción, la algarabía popular se apodera de las calles de Buenos Aires y el país.