Por Emiliano Delio

Carnada se presenta en El Portón de Sánchez del barrio de Almagro los lunes a las 20:00. Ingrid Pelicori se pone en la piel de la esposa de un victimario del cual aduce desconocer sus conductas y se convierte cómplice, al negar indicios que les darán las víctimas.

Con una trama original y una interpretación extravagante y filosa de las víctimas (Anahí Gadda y Carolina Guevara), el dolor no solo se convierte en deseo de venganza, sino también en reflexión.

En un primero momento la esposa está dedicada a sus tareas domésticas, pero extraña la presencia de su marido, recientemente encarcelado, al que supone inocente. Pero de golpe irrumpen en su casa, dos jóvenes que le inquieren sobre su vida cotidiana: la supuesta ingenuidad muchas veces es encubrir el daño.

“Carnada está centrada en el juego vincular entre dos mujeres niñas que se presentan como víctimas y la mujer del victimario y aparente cómplice. La figura de ella se manifiesta de forma elusiva. ¿Es una encubridora? Lo es por negación, miedo, comodidad? O, quizá, por todos esos factores juntos. El victimario no aparece en escena, pero está presente en todo momento. Es el aglutinante que conecta las piezas. En este particular entramado las mujeres niñas se rebelan y asumen una posición activa. Aún en estado de extrema vulnerabilidad ellas negocian, reclaman, resisten. E, incluso, imaginan un escenario de venganza mientras alternan en ser víctimas y victimarias simultáneamente. En el transcurrir de este encuentro en tiempo real, la transformación de las tres mujeres es llevada a cabo, y nada resulta ser ni tan blanco ni tan negro”, reflexiona la autora de la obra, Susana Torres Molina.

En una hora el público pasará de la extrañeza por la actitud inquisidora de las jóvenes, a tratar de descifrar las pequeñas acciones de una mujer, que por omisión, se convierte en cómplice. La ama de casa, encerrada en cuatro paredes, se auto percibe como aplicada y ajustada a las conductas que “dios manda”. Pero su actitud de complacencia ante el supuesto hombre recto y protector, encubre una vida que mezcla su ilusión y la realidad.

El vestuario es el de una clásica ama de casa, que contrasta con el de dos jóvenes con estilo grunge y punk, combinado con una marginalidad y brujería, que se remata con un maquillaje gótico. Inmersos en una típica casa,  el público podrá ver una obra original, donde se revisan las personas alrededor de un victimario.

Ficha

Dramaturgia:Susana Torres Molina

Actúan: Anahí Gadda, Carolina Guevara, Ingrid Pelicori

Vestuario: Cintia Miraglia

Escenografía: Victor Salvatore

Diseño De Iluminación: Matias Noval

Asesoramiento coreográfico: Marina Svartzman

Colaboración en escenografia: Guillermo Manente, Paula Molina

Asistencia de dirección: Gabriel Urbani

Prensa: Natalia Bocca

Producción artística: Alejandra Garcia

Producción ejecutiva: Alejandra Garcia

Dirección: Cintia Miraglia