El ganador del Premio Literario Fundación El Libro 2018, Daniel Salinas Basave, autor de ‘Juglares del Bordo’, fue presentado por dos de los cinco miembros del jurado, los escritores Ana María Shua y Jorge Lafforgue en la Sala Sarmiento del Predio La Rural durante la Feria de Libro, con la presencia de su director Oche Califfa.
Califfa afirmó que con esta segunda edición “se logra tener una proyección internacional” y que se constituye como “un premio de jerarquía con sostén en el tiempo”. El ganador del concurso, esta vez el mexicano Salinas Basave, recibió más de 300 mil pesos en premios y la edición de su obra. En 2017 el primer premio había sido para Máximo Chehin, ingeniero tucumano que escribió “Salir a la nieve”.
El escritor y periodista mexicano, dejó entrever en su obra, la realidad de la ciudad en la que vive, Tijuana, en la frontera con los Estados Unidos, separada por un muro. Salinas Basave relató que en 2017 hubo allí 1744 asesinatos y los nueve cuentos de sus libros están atravesados por esa realidad.
Shua dijo que conoció el libro, “de la mejor manera, sin saber nada de la obra”. La literata afirmó que “el libro me redujo desde el primer párrafo, está muy bien escrito”. La autora de ‘Los amores de Laurita’, explicó que “todos los cuentos del libro ganador, están unidos por un periódico, El Bordo”.
Lafforgue, aclaró que “he participado de varios jurados y muchos dicen que están amañados. Pero siempre he trabajado con absoluta independencia, como se ratifica en este caso”. Afirmó que es un libro extraordinario ambientado en “el punto terrestre fronterizo más cruzado del mundo”
Salinas Basave, recién llegado de su país, se mostró feliz por el premio y contó que desde que lo ha recibido, no ha parado de tener “granes emociones”. Explicó que al “recorrer todos los días una carretera” para llevar a su hijo a la escuela, “la historia tristemente se repite”, ya que es frecuente ver cadáveres al lado de la ruta. También describió a Tijuana, donde “un muro divide familias” y “hay deportados que son arrojados” a la ciudad del norte de México.
Los cuentos de “Juglares del Bordo” presentados por su autor
La sonrisa de una cabeza robada. “El arranque del libro es un poco macabro: hay un cuerpo desmembrado que aparece al costado de una carretera; la cabeza está en el municipio de Tijuana y el cuerpo en el municipio de Rosarito. Es un relato fuerte, con mucho humor negro”.
Infortunios del Centinela. “La historia transcurre en un cerro que es uno de los cinco lugares más calientes de la tierra. Hay una joven perdida y un grupo de socorristas que la busca; se suceden diálogos consigo mismo de todos los personajes. La chica, afectada por un golpe de calor, sufre alucinaciones”.
Chapuzas de la clarividencia reporterir. “Las cosas se le complican a un reportero que tiene por hábito escribir por anticipado sus notas porque considera que en Tijuana todo es previsible. Cuando descubre que sus profecías se cumplen, adelanta resultados electorales impredecibles y crímenes que nunca ocurren’),
Desbarrancadero ressort. “Está inspirado en una especie de anarco comuna que se desarrolla en un edificio de veintitantos pisos abandonado frente al océano Pacífico, un proyecto inmobiliario que reventó durante la crisis americana de 2008″.
Sargazo zen. (‘Una turista canadiense que tiene una visión idílica de México, recorre la Ribera Maya y siente la necesidad de escribir un poema. Como no lleva consigo una pluma (lapicera), busca una en un puesto de información turística y sólo halla cuatro dedos cortados. A partir de entonces empieza a vivir una pesadilla”.
Las hermanas del mechón arco iris. “Dos hijas de un mismo padre nacen casi al mismo tiempo a ambos lados de la frontera. El padre, un trabajador jornalero que va y viene a través de la línea divisoria, muere. Las chicas, ignorando su parentesco, se encuentran a través las redes sociales y descubren que idénticas y que pertenecen a una misma y extraña secta”
Entreveros de RendiChicas. “Es la historia de dos vidas paralelas: una madre soltera que trabaja en una gasolinera y un apocado y timorato burócrata, empleado de un político corrupto. Las dos partes se encuentran cuando un reporte periodístico pone al desnudo un caso real de adulteración de gasolina’).
Yace la piedra de la locura en La Rumorosa. “Ocurre en la carretera más peligrosa de México, rodeada de restos de carros despeñados, donde las piedra hablan. Es un cuento fantástico, con u manicomio en las montañas y un si quitara loco”.
Juglares del Bordo. “El Bordo es u periódico imaginario de papel. La historia plantea qué va a ser de un “voceador” (canillita), muy particular, de 75 u 80 años, porque el Bordo está en su último día de circulación, está desahuciado, ha sido condenado a muerte. No habrá mañana, para él”