El Hospital Garrahan presentó la primera terapia intensiva neonatal del país con esta característica. La inversión fue de 4,6 millones de pesos.
El hospital Juan Garrahan ya cuenta con Terapia Intensiva Neonatal con quirófano incluido, la primera en su tipo en el país y que reduce de manera notable los riesgos del traslado intrahospitalario del recién nacido, que ahora será intervenido en ese lugar ubicado a sólo 20 metros del área de internación.
Al inaugurar la obra, el viceministro de Salud de la Nación, Gabriel Yedlin, destacó: “la mayor mortalidad infantil argentina es neonatal y esa franja se ha reducido muchísimo –hecho que fue destacado recientemente por la revista científica The Lancet– y esta nueva terapia intensiva neonatal va en esa dirección, para poder seguir disminuyendo la mortalidad infantil en el país”.
“Estamos felices de inaugurar esta nueva terapia intensiva neonatal, que nuevamente nos posiciona en los estándares más altos de complejidad en medicina infantil y garantiza el acceso a la salud pública en forma equitativa”, afirmó el presidente del Consejo de Administración del hospital, Marcelo Scopinaro, al tiempo que destacó que “los programas de salud no son exitosos por sí mismos si no tienen detrás un programa político y económico que los respalde. Este quirófano y la remodelación de la terapia neonatal no es ningún milagro, tiene que ver con el presupuesto invertido en salud pública”.
La obra demandó una inversión de 4,6 millones de pesos y es una de las más importantes del país ya que atiende, en promedio, a 700 recién nacidos al año. De esa cifra, casi el 40% necesita ser intervenido quirúrgicamente. Con el nuevo quirófano, las cirugías de más alta complejidad se realizarán sin necesidad de traslado y con todo el equipamiento necesario, incluyendo las cirugías mínimamente invasivas.
Además de las flamantes instalaciones, la tecnología con la que cuenta permite hacer cirugías a recién nacidos con técnicas no invasivas, las llamadas videoasistidas, a través de una torre especial de laparoscopia.
“Aunque se realicen con extremo cuidado, los traslados siempre implican un riesgo para el bebé”, explicó la jefa de Neonatología, Diana Fariña, y detalló que llevar al niño al quirófano central requería “sacar al bebé de su incubadora o servocuna, pasarlo a la de traslado, llevarlo al quirófano, volver a transferirlo a la mesa de quirófano y luego el mismo camino a la inversa”. En ese camino, y con las grandes distancias del hospital Garrahan, el niño estaba expuesto a los riesgos de traslado, como extubaciones, salida accidental de catéteres o sonda y trastornos de temperatura.
Por: Tiempo Argentino