La telemedicina adquirió más protagonismo durante la pandemia, por las dificultades en la movilidad y el aislamiento social para prevenir contagios. En Argentina y el resto de la región, el uso de la telemedicina fue más alto. Esta herramienta de atención sanitaria avanza rápidamente en los países América Latina y España y de acuerdo al artículo citado a continuación, “es probable que sea el comienzo de una transformación digital inminente en el sistema de salud”
Por Flavio Sánchez, Director General de Telerad*
Ya pasaron más de dos años desde que se anunciara el primer caso de COVID en Argentina y van llegando las cifras de cómo la telemedicina ha demostrado ser una herramienta con capacidad para acercar un servicio esencial a cualquier persona a través de la utilización de las tecnologías de comunicación y la información digital.
El COVID no sólo trajo una modificación profunda en la dinámica de los sistemas de salud de todo el mundo, sino que también implicó que los estados tuvieran que comenzar a regular las nuevas formas de acceder a la salud. Así la penetración de la telemedicina fue de un 30% más alta en el sector público que en el sector privado, con países como Chile y Uruguay liderando el camino en la región.
En Argentina el uso de la telemedicina en el sector público ya era rutinario, principalmente para facilitar las consultas a especialistas que estaban en provincias lejanas. No pasó del mismo modo en Colombia donde hubo más de 9 millones de citas por telemedicina desde que empezó la crisis por el coronavirus y hubo más del 7.000% de aumento de citas virtuales con respecto a años anteriores. Otro caso fue Perú donde las alianzas entre ONGs, Universidades y Bancos de Desarrollo, resultaron ser de ayuda a más de 3.000 habitantes en ocho comunidades aisladas en la selva amazónica peruana.
Pero ¿cuál es el estado de las regulaciones y leyes en la región? América Latina se caracteriza por no seguir el mismo esquema legal en lo que respecta al uso de la telemedicina en las consultas.
En Argentina, fue en mayo de 2020 cuando el Gobierno Nacional presentó el Tele-COVID, para que las personas con cobertura exclusiva del sistema público pudieran realizar desde sus domicilios consultas de salud con especialistas a través de videollamadas. Entre los principales objetivos se impulsó el manejo y seguimiento de casos de coronavirus y garantizar la atención de otras patologías en forma remota evitando traslados innecesarios. Más de 10 mil pacientes pudieron atenderse con esta modalidad, hubo más de 50 mil consultas online con especialistas y alrededor de 1.000 personas fueron capacitadas en todo el país. (Fuente: Ministerio de Salud de Argentina)
En Brasil se sancionó una ley que previó el uso de la telemedicina durante la crisis de COVID y se la definió como “el ejercicio de la medicina mediante el uso de tecnologías con fines de asistencia, investigación, prevención de enfermedades y lesiones, y promoción de la salud” y que “los médicos que eligen las consultas remotas deben informar a los pacientes sobre las limitaciones de la práctica“.
En España las consultas de telemedicina aumentaron un 153% desde la pandemia y también se destacaron las de pediatría, ginecología, dermatología y psicología, a pesar de no contar con una normativa específica para regularla, lo que obliga a recurrir a diferentes leyes de ámbitos distintos como los reglamentos sobre servicios de la sociedad de la información, los de materia sanitaria y privacidad.
Finalmente en Colombia, desde hace poco más de una década hay leyes y reglamentos que regulan la prestación de los servicios de salud bajo la modalidad de telemedicina, que permiten incorporar las Tecnologías de la Información y Comunicaciones en el Sistema General de Seguridad Social en Salud. Entre enero y septiembre de 2020 hubo un incremento del 117% en las sedes de prestadores de servicios de salud que ofrecen la modalidad de telemedicina y un 192% de aumento en los servicios ofrecidos en esta modalidad. Los cinco servicios más demandados habilitados en telemedicina fueron: medicina interna, psicología, nutrición y dietética, dermatología y diagnóstico cardiovascular.
De esta manera, la telemedicina avanza a pasos agigantados en los países de habla hispana. Lo cual puede beneficiar a pacientes en áreas aisladas, zonas rurales, a personas con problemas de movilidad, con pocas opciones de transporte o con poco tiempo. Además, ahorra costos al sistema de salud volviéndose más eficiente y mejor coordinado. Con este panorama, es probable que estemos viviendo el comienzo de la transformación digital inminente en todo el mundo.
*Flavio Sánchez es médico especialista en diagnóstico por imágenes, teleradiología y director general de Telerad