El 10 de abril es el Día del Investigador Científico, en honor al argentino Bernardo Houssay, quien fue galardonado en 1947 con el Premio Nobel de Medicina y Fisiología, convirtiéndose en el primer latinoamericano en recibir la distinción. Sus investigaciones y descubrimientos sobre el papel de la hipófisis en la regulación de la cantidad de azúcar en sangre resultaron esenciales para comprender la diabetes.
A partir de 1958 Houssay es muy reconocido en nuestro país. Ese año promueve y logra la creación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) ofreciendo por primera vez a los científicos tener una carrera con salarios y ámbitos de trabajo adecuados. Sin embargo, los investigadores en el último año, perdieron 30% de capacidad de compra con su salario por la “motosierra” del Gobierno Nacional. Houssay presidió el Conicet hasta su muerte, en 1971.
Promover la actividad científica obtuvo diversos reconocimientos en campos inclusive no relacionados con la medicina. Uno de sus discípulos, Luis Federico Leloir, obtuvo el Premio Nobel de Química 1970. Leloir fue posteriormente apoyado por Fundación SALES que obtuvo recursos y construyó un moderno laboratorio en Parque Centenario en el que hoy investigan numerosos científicos y científicas.
En esta celebración no solamente se rinde homenaje a quien sentó las bases de la investigación mediante la fundación del CONICET, sino también a las miles de personas que día a día dedican su vida para el afianzamiento de la ciencia en nuestro país, a través de una férrea vocación por el trabajo científico.
Investigación
Fundación SALES sostiene desde hace muchos años a equipos científicos que investigan en cáncer, brindándoles becas, equipos, insumos y todo lo necesario para sus trabajos, gracias a los aportes de sus más de 155.000 donantes-ciudadanos. Los equipos científicos apoyados están dirigidos por los doctores José Mordoh, Gabriel Rabinovich y Claudia Lanari.
El Dr. José Mordoh, investigador del programa científico del CONICET y Fundación SALES, desarrolló una vacuna terapéutica contra el melanoma, ya aprobada por el ANMAT. Su equipo de investigación realiza los trabajos en el Centro de Investigaciones Oncológicas FUCA, ubicado en el Instituto Alexander Fleming (IAF), en CABA. El CIO cuenta con investigadores, becarios doctorales y técnicos. Los diversos proyectos de investigación se realizan en estrecha colaboración con los médicos de los distintos Servicios de IAF. El equipo liderado por Mordoh realiza investigaciones centradas en el sistema inmune y su relación con el cáncer, tanto en tumores sólidos como en oncohematología. Desde hace más de 30 años sus investigadores estudian cómo el sistema inmune interactúa con las células tumorales y explotan su potencial para el desarrollo de estrategias terapéuticas.
Uno de los proyectos del grupo desarrolló la vacuna terapéutica del melanoma cutáneo, el cáncer de piel más agresivo. Específicamente, el equipo alcanzó una inmunoterapia celular, VACCIMEL, que logra estimular al sistema inmune del paciente después de la cirugía, para que sus propias defensas reconozcan y eliminen el tumor. VACCIMEL ha sido aprobada por la ANMAT bajo condiciones especiales.
Así, los pacientes con melanoma cutáneo que se encuentran en una etapa temprana de la enfermedad podrán contar con esa nueva herramienta terapéutica. Actualmente, el equipo investiga los biomarcadores asociados a la respuesta favorable a VACCIMEL, profundizando el estudio de su mecanismo de acción, así como estrategias de combinación con otras inmunoterapias para incrementar su acción antitumoral.
Por su parte, la Dra. en Ciencias Biológicas Claudia Lanari, investigadora principal del CONICET se desempeña actualmente como Jefe del Laboratorio de Carcinogénesis Hormonal en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME) del CONICET. Es co-directora del Curso de Carcinogénesis de IBYME y ha sido miembro de la Comisión Asesora (Ciencias Médicas) de CONICET. Lanari dirige un grupo de vanguardia y referencia en hormonas y cáncer de mama
Conocer las causas de este cáncer y lograr terapias más adecuadas para combatir la principal causa de muerte en las mujeres motivó a la Fundación SALES apoyar a esta investigadora desde 1993.
Lanari explica que “el cáncer de mama no es una enfermedad única. Si bien cada paciente tiene un tumor único, no exactamente igual al de otra persona, los tumores pueden agruparse por características comunes. Nuestro trabajo es pionero, pues cuestionó conceptos clásicos sobre la acción de las hormonas. Estudiamos los tumores que se relacionan con la hormona progesterona, menos considerada que la hormona estrógeno en los tratamientos. Aspiramos a la posibilidad de mejorar, también por esta vía, los tratamientos para los tumores de mama llamados triple negativos”.
La Ph.D. Gabriela Pataccini, quien trabaja con Lanari, considera que “uno de los desafíos más grandes que enfrentan las investigaciones de enfermedades es desarrollar modelos que se acerquen lo más posible a lo que sucede en los pacientes. Si bien el uso de líneas celulares es una gran herramienta para conocer cómo se comporta una célula (por ejemplo, una célula tumoral), es un modelo alejado de la realidad. Para solucionar este problema, se desarrolló un modelo que se denomina Xenotrasplante, ampliamente utilizado y establecido en Estados Unidos y Europa, que consiste en trasplantar un fragmento de tumor de la paciente en un ratón que carece de sistema inmune, de modo que no lo rechace. De esta forma se puede estudiar el comportamiento del tumor en un sistema biológico completo, y evaluar, por ejemplo, el efecto de drogas terapéuticas en desarrollo”.