Este 20, tercer domingo de noviembre, se recuerda a todas las víctimas de tránsito que han perdido sus vidas, o su salud, gravemente, en las calles y rutas. Se calcula que en los últimos 25 años hubo 182.705 muertos en Argentina.

“Sus existencias terminaron o cambiaron abrupta e inesperadamente, sumiendo a sus seres queridos en la más absoluta sorpresa, incredulidad, y desesperación. Nunca nada volverá a ser como era antes. Ni para los que ya no están, ni para las otras víctimas, sus seres queridos, que debieron reconstruirse interiormente para seguir adelante”, expresó a través de un comunicado la Asociación Civil Luchemos por la Vida. Casi la mitad de los muertos han sido motociclistas.

“Nuestro recuerdo a todas las víctimas y a sus seres queridos, y el pedido imperioso a las autoridades para que asuman su responsabilidad con todas las acciones necesarias, para aumentar la seguridad vial, como propone el Plan Mundial para el Segundo Decenio de Acción* y disminuir significativamente el número de víctimas en el tránsito. Ese es el mejor homenaje en su memoria.”

* Este Plan Mundial ha sido elaborado por la Organización Mundial de la Salud y las Comisiones Regionales de las Naciones Unidas, en cooperación con los asociados del Grupo de Colaboración de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial y otras partes interesadas, como documento de orientación para apoyar la aplicación del Decenio de Acción 2021-2030 y sus objetivos.

A nivel mundial, las colisiones en las vías de tránsito causan casi 1,3 millones de defunciones prevenibles y se estima que 50 millones de traumatismos cada año, lo que los convierte en la principal causa de mortalidad de niños y jóvenes en todo el mundo. Tal como están las cosas, se prevé que durante el próximo decenio causarán otros 13 millones de defunciones y 500 millones de traumatismos y socavarán el desarrollo sostenible, particularmente en los países de ingresos bajos y medianos. Estas cifras inaceptables, tanto en términos absolutos como relativos, se han mantenido en gran medida sin cambios durante los últimos 20 años, a pesar de la rigurosa labor en materia de seguridad vial realizada por las Naciones Unidas y otros organismos competentes.