La propuesta del gobierno porteño sobre Nueva Escuela Secundaria (NES) desató el rechazo de una parte de los estudiantes, que desde hace más de 20 días han tomado más de 25 escuelas. La reforma educativa plantea actualizar los contenidos y formas de aprendizaje e incluye ciertas prácticas durante el último año que buscarían “formar a los jóvenes para el mundo del trabajo y para la continuidad de los estudios”, punto que es cuestionado, por que consideran que serán mano de obra gratuita.
El gobierno porteño, luego de múltiples presiones, subió a la Internet el proyecto, aunque no pudo evitar que se realizara hoy una manifestación desde el Palacio Pizzurno al Ministerio de Educación de la Ciudad. Maximiliano Ferraro, legislador del interbloque oficialista Vamos Juntos y presidente de la Comisión de Educación de la Legislatura porteña, emitió también un documento con algunas reflexiones sobre la profundización pedagógica de la Nueva Escuela Secundaria.
Para Ferraro es auspicioso el debate sobre la de educación: “cuestión que consideramos como política central del porvenir, es la que define qué tipo de sociedad queremos ser y el modelo de ciudad y de país que queremos para el futuro”.
El documento consta de ocho puntos donde Ferraro propone un debate serio y responsable sobre el estado de la escuela secundaria, donde estén garantizadas todas las voces y posiciones de los actores de la comunidad educativa y el compromiso, como presidente de la Comisión de Educación de la Legislatura, de sumarse y contribuir genuinamente al debate.
“Todo cambio y crisis abre una oportunidad, no podemos dejar que ganen los discursos mal intencionados, ni las mezquindades políticas o los oportunismos electorales en un debate de la importancia que tiene el destino de la escuela secundaria”, dijo Ferraro.
También el documento de la NES presentado establece cambios sobre la evaluación: “El objetivo es siempre formativo, requiere ofrecer orientaciones y sugerencias a cada uno de los estudiantes durante el proceso para mejorar algún aspecto, y otorga información para la toma de decisiones para la enseñanza”.
El documento de la NES cita a Edith Litwin, que fuera profesora de la Facultad de Filosofía y Letras (FFYL) de la Universidad de Buenos Aires, las buenas prácticas de evaluación son “…prácticas sin sorpresas; enmarcadas en la enseñanza; que se desprenden del clima, ritmo y tipo de actividad de la clase; en la que los desafíos cognitivos no son temas de las evaluaciones sino de la vida cotidiana del aula, atractivas para los estudiantes y con consecuencias positivas respecto de los aprendizajes…”
Sin embargo el rechazo se propagó también hacia FFYL, donde se dicta la carrera de Ciencias de la Educación. Y el Consejo Directivo emitió una declaración donde consideró entre otros puntos:
“Que la redefinición de la escuela media es uno de los temas de política educativa más urgentes y visibles en la actualidad.
Que cualquier transformación del sistema educativo requiere un estudio cuidadoso y un despliegue teórico político que anticipe cabalmente sus características y sustentabilidad, como asimismo de una consulta y debate con la comunidad educativa en su conjunto (docentes, sindicatos docentes, estudiantes y familias).
Que en sucesivas notas periodísticas las autoridades de la cartera educativa de la Ciudad han ido cambiando las características de la transformación propuesta, sumiendo a la comunidad educativa en el desconcierto y el desasosiego”.
El miércoles 20 se realizó una reunión donde el defensor del pueblo Alejandro Amor fue el mediador entre la ministra Soledad Acuña y los representantes de los colegios secundarios de la Ciudad con el objetivo de escuchar los reclamos y contribuir a alcanzar una solución al conflicto que generó las tomas de escuelas, aunque no hubo solución.