En el país, crearon una criptomoneda atada a las reservas de litio. El proyeto es de la Cámara Argentina del Litio, en conjunto con el Mercado de Metales y Futuro S.A., que busca consolidar y fortalecer esta industria tan prometedora en la región. Su ideólogo y presidente Pablo Rutigliano, dijo que el litio le está dando crecimiento a la electromovilidad, ya que es la base de construcción de las baterías de los dispositivos que integran ese ecosistema.
“Latinoamérica es la zona del mundo que cuenta con las mayores reservas de litio, pero el problema es que el precio del mercado del litio hoy se fija en China y es necesario que lo formemos de manera local y regional”, resalta el especialista.
Con la caída constante del valor de las actuales criptomonedas, sin respaldo efectivo y ante la crisis sanitaria que provocó el derrumbe del mundo financiera tradicional, Rutigliano lleva adelante una criptmoneda atada a las reservas de litio llamada Atómico3, con el fin de que nuestra región pueda establecer su propio precio del litio. El objetivo es que vea la luz por primera vez en julio de esta año con un modelo de prueba inicial.
“Consiste en la tokenización de este metal a través del ecosistema Blockchain, que debutará a un precio teórico de u$s108 fijado para el lanzamiento y que consideramos que será atractivo para los inversores y usuarios avocados al litio”, detalla el dirigente.
Así, Atomico3 será lo que se llama una stablecoin, activos que presentan movimientos ínfimos en el precio y que siguen de forma estrecha el valor del activo subyacente al que emulan, en este caso, el litio, que suelen ser tomados como refugio de valor en mercados volátiles.
Mientras que criptomonedas (como Bitcoin y Ethereum) son famosas por su impevisibilidad debido a que no están ligadas a ningún activo y las fluctuaciones en su valor las convierten en inversiones de alto riesgo, las stablecoins no tienen ese problema.
“El hecho de estar atadas a reservas les da la veracidad de la cadena de valor, como un principio fundamental del desarrollo de la economía doméstica”, explica Rutigliano.