Los lentes de contacto son una buena opción para las personas que buscan una alternativa a los anteojos, dado que permiten una mayor libertad de movimiento, proporcionan una visión natural, ampliación del campo visual y en algunos casos dependiendo del poder dióptrico (graduación) se evita la distorsión periférica. Sin embargo, elegir el lente adecuado no es una tarea fácil. Previamente, es necesario realizar algunos estudios extra para determinar el tipo, material y tamaño.
En primer lugar, es importante aclarar que los lentes de contacto no son de venta libre y requieren una receta médica emitida por un especialista en salud visual. El oftalmólogo es el encargado de realizar el diagnóstico, determinar qué ametropías padece el paciente y cuál es el tratamiento apropiado. Entre las más comunes están la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo que son defectos de refracción o problemas de corrección óptica que afectan la visión de lejos, de cerca u ocasionan visión distorsionada, respectivamente. El examen de agudeza visual ayuda a detectar la capacidad que tiene el sistema visual de una persona en ambos ojos.
Luego del diagnóstico del oftalmólogo, es recomendable que los pacientes que deseen utilizar lentes de contacto consulten a un contactólogo. “La función principal del contactólogo es ayudar a las personas a encontrar los lentes de contacto que mejor se ajuste a sus necesidades y estilo de vida”, explicó Fernando Iannino, contactólogo y Coordinador de ventas Visión Care de Bausch + Lomb, firma fundada en 1853. En este sentido, el especialista aseguró que el proceso de adaptación implica una evaluación detallada que garantice que los pacientes sean candidatos adecuados para usar lentes de contacto: “Algunas personas pueden presentar irregularidades en la córnea o un diámetro del iris que no se ajusta al tamaño estándar de las lentes de contacto. Por esta razón, se realizan estudios que permiten determinar las medidas exactas de la córnea, su curvatura e irregularidades en su forma”.
Asimismo, Iannino señaló que el test de Schirmer es muy importante para medir la producción de lágrima en el ojo. Las lágrimas son esenciales para mantener el ojo lubricado, limpio, protegido de las infecciones y favoreciendo un funcionamiento saludable del globo ocular; sostuvo. “En el caso de quienes sean usuarios de lentes de contacto, el contactólogo evaluará la cantidad de sus lágrimas para determinar si es necesario que el paciente utilice gotas lubricantes o si tiene que recomendar materiales con tecnologías avanzadas como cuenta Bausch + Lomb en sus lentes de HiSi que ayudan a mantener el ojo hidratado hasta por 16 horas.
En cuanto a los tipos de lentes de contacto, existen diversas opciones en el mercado, cada una con características específicas que se ajustan a las necesidades de cada paciente. Los lentes de hidrogel son suaves, flexibles y con altos contenidos de agua que los hacen muy confortables.
Por su parte, los lentes de Hidrogel de Silicona (HiSi) son más permeables al oxígeno que los de hidrogel, reduciendo el riesgo de intolerancia a las lentes de contacto. También poseen humectantes que evitan la deshidratación natural que pueden tener las lentes en el tiempo de uso. Son ideales para personas con extensas jornadas, que se colocan sus lentes muy temprano por la mañana y las quitan tarde por la noche antes de dormir.
Además de los diferentes tipos de lentes de contacto, es importante mencionar que existen varias Soluciones para su cuidado. En general se trata de productos multipropósito, es decir, que combinan varias funciones, como la limpieza, desinfección, enjuague y almacenamiento. Sin embargo, cada Solución tiene diferentes propiedades y usos específicos, según el tipo de lente.
Por ejemplo, algunas Soluciones cuentan con agentes humectantes para mantener los lentes hidratados aportando algunos de ellos 14 horas de humectación y otros llegan a las 20 horas de humectación, brindando de esta manera un excelente confort durante las horas de uso de las lentes de contacto. Las Soluciones multipropósito son convenientes ya que permiten una rutina de cuidado y mantenimiento de lentes de contacto más simple y eficiente. Sin embargo, es también es esencial hacer un correcto uso de los lentes de contacto para prevenir molestias o incluso riesgos en la salud visual, como conjuntivitis, alergias, sequedad o irritación ocular.