La Justicia dispuso una multa diaria de $27.850 para el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, luego de que el ex rector de un colegio de Palermo denunciara el incidente. La Justicia dispuso clausurar este lunes dos aulas modulares de la escuela Lengüitas, de Palermo, luego de que el ex rector denunciara haber sufrido dos descargas eléctricas.

 

La medida fue tomada por el juez del fuero Contencioso Administrativo Roberto Andrés Gallardo quien también resolvió aplicar una multa diaria de 27.850 pesos para el ministro de Educación de la Ciudad, Esteban Bullrich, por el incumplimiento de órdenes judiciales.

 

La medida, se basa en una presentación del Ministerio Público Tutelar, en la que la asesora Mabel López Oliva denunció que Horacio Badaracco, ex rector de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas “Sofía Bronquen de Spangenberg”, del barrio porteño de Palermo, sufrió “una electrocución en una de las aulas containers, y que, sin embargo, con posterioridad a ese hecho, el aula container fue utilizada para impartir un taller de huerta con alumnos del colegio”.

 

Así lo indica el fallo de Gallardo, quien a fines de febrero ya había prohibido utilizar las aulas modulares para albergar alumnos de cualquier nivel por tratarse de “containers o módulos metálicos, de medidas extremadamente reducidas con una puerta de acceso y una sola ventana pequeña”.

 

Luego de ese fallo, Gallardo fue recusado y la causa pasó al Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº23. La Cámara rechazó el planteo recusatorio y la causa volvió a manos del mismo magistrado.

 

El jueves pasado, basado en las actas elaboradas por padres y autoridades de la escuela, el Ministerio Público Tutelar denunció lo ocurrido con Badaracco, quien días después dejó su cargo, porque se jubiló, lo cual a Gallardo le resulta “sugestivo”.

 

Lejos de acatar la decisión judicial, las autoridades de la escuela volvieron a utilizar las aulas container. Claudio Bellatore, padre de alumnos de la escuela, aseguró al diario Tiempo Argentino que hace algunas semanas, tras lo ocurrido con el ex rector, “un miércoles de lluvia, metieron a los chicos del taller de huerta adentro de uno de esos containers, momentáneamente, lo cual es grave”.

 

Al día siguiente de la denuncia, el juez solicitó un relevamiento técnico a la Superintendencia de Bomberos de la Policía Federal.

 

La asesora López Oliva solicitó entonces una serie de medidas para proteger la integridad física de alumnos y docentes, y señaló que sintió “una enorme sorpresa” al enterarse de lo ocurrido con los módulos metálicos.

 

“El gobierno de la Ciudad perdió tiempo en recusar al juez en lugar de determinar la adecuación de esta escuela, que siempre fue un ejemplo. Había que adaptar el lugar a los 120 nuevos alumnos, que tuvieron que ser admitidos este año por fuera de la matrícula a raíz de la desidia que hubo en el sistema de inscripción online.”

 

Otro dato del fallo, que el juez emitió en la última hora del lunes, es que las aulas metálicas no poseen pararrayos y se encuentran emplazadas a 30 centímetros del cerco perimetral de la escuela, “generando un espacio hueco entre este y la pared posterior del módulo, en el que, según informó la rectora del colegio, los alumnos ingresan durante los recreos, y quedan atascados debido a las estrechas dimensiones del lugar”, lo cual también representa un riesgo.

 

La multa al ministro Bullrich, que ahora deberá pagarse tiene que ver con el incumplimiento a la resolución del fallo de Gallado, emitida el 20 de febrero que prohibía utilizar las aulas modulares para que utilicen los alumnos y también dejarlas en el patio del colegio ya que corren peligro los jóvenes que realizan actividades al aire libre.

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