El jardín maternal que funciona sobre la calle Venezuela, rodeado por el Hospital Ramos Mejía será cerrado en 2019. El Gobierno de la Ciudad afirma que las 170 vacantes (45 en lactario, 70 en sala de uno y 55 en sala de 2) van a ser re ubicadas, mientras que la comunidad educativa advierte que se perderán. El espacio para bebés de entre 45 días y un año, será el primero en desmantelares, luego será el turno de sala de deambuladores y de 2 años. Y en 2021 sería la mudanza definitiva, donde asistirán niños pero solo de 3 a 5 años. Por ahora se han producido manifestaciones y también se han juntado 15 mil firmas rechazando la medida.
Personalidades de la cultura han adherido al reclamo, tales como los actores Alejandra Darin, Daniel Hendler, Pablo Echarri, así como también los deportistas Pablo Mouche, Sebastián Torrico y las dirigentes de derechos humanos Estela de Carlotto y Taty Almeyda. Docentes, trabajadores del Hospital Ramos Mejía y familiares cuyos hijos concurren a la Escuela Infantil 6 del Distrito 6 protagonizaron hace pocos días una manifestación para defender la continuidad de la Sala de Lactario, al grito de “el Ramos no se cierra”. En la puerta principal de la calle Urquiza los representantes de las distintas organizaciones hicieron uso de la palabra y coincidieron en resaltar la unidad y continuidad de la lucha hasta conseguir que el Ministerio de Educación de la Ciudad retrotraiga la medida de cerrar la inscripción de la Sala de Lactario de esta escuela infantil creada en 1986.
Eduardo López, Secretario General de UTE contextualizó el cierre de la Salita de Lactario en la política general de ajuste a la educación que se expresa también en el ataque a los Profesorados, el Proyecto de UniCABA. El docente aseguró que a esta política de desinversión y cierre de escuelas “vamos a oponer la más amplia unidad y en ese marco realizaremos en conjunto las medidas de fuerza necesarias para defender cada una de las escuelas públicas de la Ciudad, desde los Jardines Maternales hasta los profesorados”.