La Ciudad de Buenos Aires cuenta con bellas construcciones de hace más de un siglo que le da su propia identidad. Sin embargo, a pesar que hay una ley que protege los edificios anteriores a 1941, muchos de ellos, de gran calidad arquitectónica, son derruidos, eludiendo las normas vigentes y favoreciendo nuevas construcciones lucrativas. Por eso, una conjunto de organizaciones no gubernamentales buscan “que se detenga la demolición sistemática del patrimonio urbano y la privatización del espacio público de Buenos Aires”
Y el sábado 30 de octubre a las 4 de la tarde realizarán una concentración apartidaria, frente a la Legislatura de la Ciudad, “para reclamar control vecinal sobre los organismos que deciden sobre el patrimonio porteño y la planificación de la ciudad como está previsto en el artículo 1 de la Constitución de CABA y la Ley de Comunas”.
En un comunicado manifestaron que “Buenos Aires está gobernada por la especulación inmobiliaria. Pese a que la población de la ciudad no aumenta desde mitad del siglo XX, cada vez se permite construir más y a mayor altura sin respetar el entorno barrial, los edificios patrimoniales ni mejorar la infraestructura de los servicios. La calidad de vida en la ciudad disminuye mientras la vivienda ociosa aumenta”
Las entidades adherentes justificaron la medida ya que “sin identidad no hay futuro. Día a día se dilapida patrimonio social, cultural y económico invaluable capaces de generar mayor calidad de vida, m2 para vivienda social y valor agregado para nuestra economía”
Las asociaciones Amigos del Lago de Palermo, Ciudadana por los Derechos Humanos, Vecinos del Bajo, Basta de Demoler, Basta de Mutilar Nuestros Arboles, Casco Histórico Protege, Colectivo de Arquitectas, Encuentro en Defensa del Espacio Público, Fundación Ciudad, Observatorio del Derecho a la Ciudad, Patrimonio Almagro Boedo, Proteger Barracas, Tierras Ferroviarias Verdes, Vecinxs autoconvocadxs por San Telmo y 16 mil vecinos que firmaron; exigen que “se realice una auditoría al Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales y a la Dirección General de Interpretación Urbanística. A pesar de las irregularidades documentadas por los vecinos, ONG y los fallos de la Justicia, vemos con alarma la discrecionalidad y falta de transparencia con que estos organismos deciden qué edificios se conservan y cuáles no”
Detallaron que de un universo de 141.000 edificios que deberían haberse declarado patrimonio arquitectónico de la ciudad, tan sólo el 13 %, (18.500 edificios históricos) “fueron supuestamente protegidos” y 122,500 esperan su demolición.
El comunicado finaliza manifestando: “control vecinal de los órganos que deciden sobre nuestro barrios, decimos no a las torres y los convenios urbanísticos, basta de privatización de tierras públicas y venta de espacios verdes, protección inmediata del patrimonio de la ciudad. Defender el patrimonio es cuidar la calidad de vida de los vecinos y la proyección económica de la ciudad. Demoliendo su identidad, SE VA Buenos Aires”