En la Nave de la Ciencia de la exposición Tecnópolis en el gran Buenos Aires, el argentino Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) brindó una conferencia. “Argentina tiene una tremenda oportunidad en el sector nuclear”, destacó el funcionario internacional, luego de trazar un panorama energético a partir de las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania, con el considerable aumento del precio del petroleo y los servicios de luz y gas a nivel mundial.
Grossi describió que hay dos factores determinantes de la coyuntura actual: la crisis energética “que se ve exacerbada de una manera dramática por la guerra” y con respecto al uso de los combustibles fósiles, “el problema del calentamiento global, el cambio climático”. Sobre la Argentina, el funcionario de la OIEA explicó que “es un país con 70 años de trayectoria, que está ubicado en el firmamento nuclear internacional. No es un país dominante en la materia, pero es un país claramente presente y que, siendo del hemisferio sur, tiene un perfil bastante diferente”.
Adriana Serquis, presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) remarcó la oportunidad que tiene el país: “estamos apuntando a una transición en la que la energía nuclear aporte entre el 15 y el 20% de total del parque energético”. Sobre el Proyecto CAREM, reactor nuclear de potencia íntegramente diseñado y construido en la Argentina, la funcionaria destacó que “tenemos que desarrollar una cadena de valor, las industrias argentinas deben calificar para poder proveer no solo a las necesidades internas, sino también para que puedan tener la capacidad de exportación”
En el mismo sentido, el director general del OIEA, describió que “en el actual escenario, la Argentina tiene un lugar, pero sobre todo lo que tiene es una tremenda oportunidad, porque justamente existe un mercado internacional que está ávido, y lo digo como funcionario internacional a cuyo escritorio acuden ministros de energía de muchos países” y definió a la Argentina como el posible ” exportador nuclear del sur”
Para finalizar, Grossi , describió a la nuclear como “energía limpia, pero que además genera mucho trabajo calificado: profesionales, ingenieros, técnicos. Hay una convergencia de factores a favor de la energía nuclear y, sobre todo, una gran oportunidad para el país”. Y pidió “detenerse a mirar en que está el mundo y en un análisis relativo ver dónde estamos nosotros, cuál es el lugar que la Argentina ocupa en el mundo”.
La presidenta de la CNEA destacó que “todos los análisis, las proyecciones serias que se hacen en cualquier lugar del mundo indican que hay que tener siempre un porcentaje ‒mayor o menor dependiendo de las características de los países‒ de energía nuclear”. Sarquis concluyó trazando un panorama: “La característica que tuvo el sector nuclear argentino en estos 70 años fue la de seguir aprendiendo para pensar en la soberanía tecnológica y energética y en las aplicaciones de la tecnología nuclear que se traduzcan en un bienestar de la población. Por eso también me parece importante tener un organismo como la CNEA que es un punto de referencia y enlace en el campo de la cooperación con el OIEA y con los otros países de la región”.
Además del público presente, se destacaron las participaciones, moderadas por Nora Bar, de José Luis Antúnez, presidente de Nucleoeléctrica Argentina (operadora de las centrales nucleares de Embalse y Atucha I y II) y Vicente Campenni, titular de INVAP (dedicada al diseño, integración, y construcción de plantas, equipamientos y dispositivos en áreas de energía nuclear, tecnología espacial, tecnología industrial y equipamiento médico y científico)