La Fundación Interamericana del Corazón – FIC Argentina, con el patrocinio jurídico de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), presentó una acción de amparo colectivo contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en los términos del artículo 14 de la Constitución local, el día 5 de diciembre de 2013.
Un amparo colectivo busca tutelar los derechos e intereses de todo un grupo o comunidad. En este caso, se demanda al Gobierno porteño por el incumplimiento de la Ley de ambientes libres de humo de tabaco Nº 1799, modificada por la Ley Nº 3718 de la Ciudad de Buenos Aires, que entró en vigencia el 5 de enero de 2012. El amparo se presenta para proteger el el derecho a la salud, el derecho a desempeñarse en un ambiente laboral sano y el derecho a no ser discriminado, ya que, como se demuestra largamente en la demanda, la mencionada ley es violada sistemáticamente en ciertos espacios cerrados y de trabajo (como discotecas, pubs, salas de juego, etc.), mientras que se cumple ampliamente en otros.
La violación sistemática de la normativa de control de tabaco evidencia que el Gobierno de la Ciudad no ha tomado las medidas necesarias e idóneas para su efectiva implementación . Esta omisión genera desigualdad ante la ley y viola especialmente los derechos de ciertos grupos vulnerables, como son los jóvenes y los trabajadores de lugares donde sí se permite fumar.
FIC Argentina llevó a cabo numerosas investigaciones que demuestran el deficitario cumplimiento de la ley Nº 1799 y la omisión del Gobierno de la Ciudad de tomar medidas adecuadas para garantizar su efectiva implementación. Entre estas investigaciones se destaca una encuesta de opinión realizada en octubre de 2013 en la que se demostró que 2 de cada 3 jóvenes de 15 a 29 años continúan expuestos al humo de tabaco en lugares de acceso público de la ciudad. La encuesta, que fue presentada ante la justicia como prueba, tuvo por objetivo relevar el cumplimiento de ley. Se realizó telefónicamente sobre una muestra de 800 casos y mostró con claridad la violación de la norma porteña y la falta de control: un 84% de encuestados afirmaron haber visto personas fumando en discotecas, 64% en salas de juego, 27% en universidades, 24% en bares y 19,5 % en oficinas públicas.
“El incumplimiento sostenido de la norma en determinados nichos obedece a la falta de control y mecanismos del Gobierno de la Ciudad que garanticen la adecuada implementación de la ley, como fue demostrado en los numerosos pedidos de acceso a información pública que hemos efectuado, en inspecciones efectuadas por escribano público o tras acciones e investigaciones que hemos desarrollado y presentado como prueba”, dijo Belén Ríos, directora de área legal de FIC Argentina. Y agregó que “la demanda busca generar que el Poder Ejecutivo de la Ciudad tome las medidas necesarias para hacer cumplir la ley y garantizar el derecho a la salud para todos por igual”.
Hasta el momento de la presentación de la demanda el gobierno no ha tomado las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de la norma ni ha instrumentado un sistema de multas y sanciones que sea efectivo para lograr el objetivo.
“Si bien es cierto que se ha avanzado en la protección contra la exposición al humo de tabaco y hay una alta tasa de cumplimiento en numerosos lugares públicos de la ciudad, todavía hay sectores que se resisten a aplicar la norma. Los jóvenes son los más perjudicados pero también, un importante porcentaje de trabajadores que continúan expuestos a los efectos mortales del humo de tabaco en su trabajo. En la noche porteña, pareciera que no existe la ley y la violación sistemática de la norma genera un entorno que promueve el consumo de tabaco entre los adolescentes y los jóvenes”, señala Verónica Schoj, directora ejecutiva de FIC Argentina.
Está comprobado que, en personas que no fuman, el humo de tabaco aumenta hasta un 30% el riesgo de enfermedad cardiovascular y un 25% el riesgo de padecer cáncer de pulmón, entre otros daños. Asimismo, la permanencia del humo de tabaco en lugares públicos cerrados aumenta la probabilidad de que los jóvenes comiencen a fumar y se vuelvan adictos al tabaco. En tal sentido, las normas de ambientes totalmente libres de humo de tabaco son una herramienta eficaz para garantizar la protección del derecho a la salud.