El primer alimento bebible a base de quinoa en el mercado argentino fue lanzado hoy, basado en un desarrollo público- privada entre el CONICET y la empresa Babasal, junto al Ministerio de Ciencia y Técnica, universidades nacionales y otros actores sociales.
El secretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional del Ministerio Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Marcelo Alós, acompañó hoy el lanzamiento del primer alimento bebible a base de proteína vegetal (quínoa), inédito en el mercado argentino, desarrollado por un grupo de investigadores e investigadoras a través de un consorcio entre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas; 4 universidades nacionales y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCyT).
“Nos llena de orgullo este producto que implicó la vinculación científico-tecnológica y del sector productivo, desarrollado en el marco de una economía regional como la sanjuanina, generando valor agregado y arraigo”, destacó Alós en el acto encabezado por el ministro de Ciencia, tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza.
Y en este sentido, destacó los esfuerzos del INTA por reintroducir la producción de este cultivo ancestral en nuestro país y puso a disposición los mecanismos de diferenciación en los que trabaja la cartera agropecuaria a través de la comisión Nacional de Alimentos (CONAL) para fortalecer bebidas de estas características, con tan alto grado nutricional.
Durante la presentación, Salvarezza, aseguró que el producto “sintetiza muchos esfuerzos”. “Estamos en un cambio profundo en el sistema científico argentino, que ya no sólo se enfoca a hacer ciencia de calidad -que es bienvenida- sino esto de trabajar para la resolución de problemas concretos, de forma armoniosa, federal y articulada”, dijo.
En ese sentido, un producto como Biba apunta a “la otra emergencia” que se suma a la pandemia, la emergencia alimentaria y la necesidad de “alimentos saludables para nuestros chicos, que puedan cumplir con todas las condiciones nutricionales”.
En el marco del proyecto, el CONICET interactúa activamente con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, el Gobierno de San Juan y el INTA de San Juan en la Región de Cuyo. Asimismo, el proyecto cuenta con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación que ha aportado importantes fondos para hacerlo posible.
La quinoa utilizada para el flamante producto es de origen nacional, cultivada en forma agroecológica en San Juan por productores locales asistidos tecnológicamente por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Por otra parte, la producción de la bebida también impacta en otra empresa con base en Argentina, Tetra Pack, la cual es la encargada del envasado en condiciones asépticas con tratamiento térmico de ultrapasteurización (UAT-UHT), en la ciudad bonaerense de Luján.
En la jornada estuvieron presentes la secretaria de Comercio Interior, Paula Español; los ministros de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia de Buenos Aires, Augusto Costa y de Producción y Desarrollo Económico de la Provincia de San Juan, Andrés Díaz Cano; el subsecretario de Economías Regionales, Luis Almirón; rectores de las universidades mencionadas, especialistas del Conicet, del INTA, y demás autoridades y representantes de entidades participantes.
BIBA: las características del producto
Con el nombre comercial BIBA, la bebida aporta una cuota importante de proteínas y múltiples beneficios nutricionales derivados del grano de la quinoa, uno de los alimentos vegetales que provee todos los aminoácidos esenciales. Una porción de BIBA aporta vitaminas A, D2, E, B12 y calcio. Además, no contiene sacarosa añadida, ni conservantes, ni lactosa y es libre de gluten.
Se presenta en el mercado de la mano de la pyme argentina Babasal S.R.L, que por medio de una licencia de la tecnología avanzó en la producción a escala industrial para abastecer el canal comercial y contribuir con un alimento nutritivo y saludable a la sociedad. En cuanto al sector académico, participaron del desarrollo, las Universidades Nacionales de La Plata (UNLP), de Lanús (UNLA), de Lujan (UNLU) y de Quilmes (UNQ).
Presente en la videoconferencia, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Roberto Salvarezza, aseguró que el producto “sintetiza muchos esfuerzos”.
“Estamos en un cambio profundo en el sistema científico argentino, que ya no sólo se enfoca a hacer ciencia de calidad -que es bienvenida- sino esto de trabajar para la resolución de problemas concretos, de forma armoniosa, federal y articulada”, dijo.
En ese sentido, un producto como Biba apunta a “la otra emergencia” que se suma a la pandemia, la emergencia alimentaria y la necesidad de “alimentos saludables para nuestros chicos, que puedan cumplir con todas las condiciones nutricionales”.